Rusia asegura que la idea de crear una zona de seguridad en el noreste de Siria bajo control de la OTAN no resolverá la crisis del país árabe.
“Si se trata de que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) quiera asumir esta tarea, entonces, por supuesto, esta idea no tiene nada bueno en sí misma”, ha declarado este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa con su homóloga noruega, Inka Eriksen Soreide.
El canciller ruso se ha referido a las declaraciones de la ministra de Defensa de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer, quien según Lavrov sugirió la creación de una zona de seguridad bajo control de la Alianza Atlántica.
En línea con esta propuesta, el propio secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseveró que algunos países miembros de este ente militar occidental han mostrado su disposición para respaldar tal idea.
Si se trata de que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) quiera asumir esta tarea, entonces, por supuesto, esta idea no tiene nada bueno en sí misma”, dice el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, respecto a la idea de crear una zona de seguridad en el noreste de Siria bajo control de la OTAN.
En otra parte de sus declaraciones, Lavrov ha afirmado que el Gobierno de Siria, presidido por Bashar al-Asad, y las milicias kurdas, han acordado el memorando ruso-turco, en cual los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, firmaron el acuerdo del despliegue de la Policía Militar rusa y las fuerzas sirias cerca de la frontera turco-siria.
“En lo referente al cumplimiento del memorando aprobado por los presidentes Putin y Erdogan en [la ciudad rusa de] Sochi el 22 de octubre, los derechos de todas las partes que lo cumplan se respetarán sin duda alguna”, ha destacado.
En la misma jornada de 22 de octubre, el Kremlin puso al tanto al presidente sirio de las medidas acordadas con Erdogan para normalizar la situación en el norte de Siria, donde Ankara lanzó el pasado 9 de octubre una ofensiva contra el país árabe para bombardear las posiciones de las milicias kurdas.
Al-Asad ratificó, a su vez, su disposición a patrullar junto con Rusia la frontera con Turquía, en el norte del país, mientras que rechaza cualquier presencia extranjera o invasión militar de su país “bajo cualquier nombre o pretexto”.
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