El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha denunciado que EE.UU. aplica una “política de asfixia” contra su país a fin de provocar “estallidos sociales”.
En una comparecencia televisiva ofrecida este lunes a la nación cubana, el dirigente cubano ha querido “esclarecer todo un grupo de matrices que han tratado de imponer acciones para desacreditar al Gobierno y la Revolución de Cuba”.Arropado por miembros de su Ejecutivo y el Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Díaz-Canel ha asegurado que las protestas masivas celebradas el domingo en todas las ciudades de la isla buscaban “fracturar la unidad de nuestro pueblo”.
En esta línea, el dignatario cubano ha cargado contra el Gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, por seguir recrudeciendo las medidas restrictivas contra la isla, atentando incluso contra la compra de combustible y de los componentes necesarios para que el red del sistema electro energético nacional puede hacer frente a la alta demanda registrada en la época estival del verano (boreal).
“Durante más de un año y medio hemos estado sin apagones excepto los que se produjeron por averías de los sistemas de distribución de los sistemas electroenergéticos. Es ahora cuando entramos en un déficit de generación por roturas de las plantas de generación”, ha indicado.
El mandatario ha subrayado que el malestar generalizado en la isla es palpable por el agravamiento de la crisis energética y sanitaria y, por ende, las manifestaciones son legítimas, pero lo que no es de recibo es que estas marchas se tornen violentas.
Las manifestaciones fueron secundadas por diversos sectores revolucionarios y, así como, grupos minoritarios afines a corrientes contrarrevolucionarias cubanas que están molestos por la dura situación que se vive en la isla por el ilegal embargo económico impuesto desde EE.UU. que provoca, entre otras cosas, sufrir problemas de suministro eléctrico que se deriva en importantes apagones, ha expresado el jefe de Estado de la nación caribeña.
Dicho esto, Díaz-Canel ha dejado claro que cualquier tipo de marcha que se desarrolle para expresar el descontento social en la isla es permitida, siempre y cuando se transcurra de forma pacífica y no provoque daños a los bienes públicos y privados.
Tras destacar que el Gobierno cubano ha tratado de enfrentar y de vencer las dificultades ante una política de asfixia económica promovida por los sucesivos administraciones estadounidenses en contra de la isla para provocar estallidos sociales en el país caribeño, el presidente ha denunciado que este tipo de medidas coercitivas se imponen para llevar a cabo un “golpe blando” contra la soberanía nacional de Cuba.
El líder cubano ha detallado que la maquinaria sancionatoria del imperio estadounidense proyecta su estrategia de bloqueo continuo sobre la isla con la esperanza de llevar a buen puerto su guerra no convencional iniciada contra La Habana desde el triunfo de la Revolución cubana.
En la jornada de domingo, cientos de cubanos salieron a las calles para expresar su respaldo a la Revolución, en respuesta a las manifestaciones ocurridas en diferentes puntos de la isla, instigadas a través de las redes sociales, que según las autoridades de La Habana, provienen de actores afines a la línea imperial de Estados Unidos.
El Gobierno cubano ha denunciado llamados desde el exterior para provocar el caos y la desobediencia civil, y aprovechar la difícil situación en la isla a raíz de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.
Cuba repudia constantemente el bloqueo de EEUU, en particular, en tiempos de pandemia, por obstaculizar el acceso a los insumos médicos y equipos necesarios para combatir el nuevo coronavirus.
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