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viernes, 11 de noviembre de 2016

Ivanka, la hija judía de Donald Trump



La historia de la vida de la hija de Trump se asemeja en algo a la vida de la bellísima reina Esther que salvo a los hebreos persas de su aniquilamiento.

Ivanka, la hija del ya hombre más poderoso del mundo, es, dicen, la niña de los ojos del flamante Presidente norteamericano. Además de ser muy guapa, es dulce como la miel y tiene la consistencia del granito de mi pueblo extremeño. Es activa, ordenada y de ademanes aristocráticos. Casada con un judío, es madre de tres hijos.

Nada es más grande que el amor de un padre por su hija, y los ruegos y peticiones de ésta pueden ser oídos y cumplidos. Ivanka es hija de Israel, por el cual sus ojos estallan de alegría y se humedecen. Y el sacrificio y la abnegación sin limites, prestos.

Israel está más protegido que lo que suponemos.
Ivanka, tu belleza, bondad y destino son singulares.
Israel siempre, siempre Israel.

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