Los nuevos T-14 Armata estarán equipados con misiles antitanque de gran precisión y capacidad para perforar blindajes con un metro de grosor, según fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia a las que ha tenido acceso el rotativo ruso Izvestia.
A día de hoy, ningún carro de combate podría resistir el impacto de estos proyectiles, ya que su poder de penetración es muy superior a los 630 milímetros de grosor del blindaje de proa —el más fuerte— del М1A2 SEP Abrams, el principal carro de combate que posee Estados Unidos.
Este armamento está incluido en el kit para el cañón de 152 mm que todavía no se instala en este carro de combate, debido a que va equipado con una pieza de 125 mm que las autoridades rusas aún consideran suficientemente potente.
El nuevo misil consiste en el proyectil y el dispositivo propulsor para que salga del cañón, tras lo cual se enciende su propio motor. El sistema de puntería del tanque lo dirige al blanco de manera automática, aunque el operador puede ajustar el vuelo en cualquier momento.
Con un alcance superior a los cinco kilómetros y guiado por láser, resulta casi imposible desviar su curso e impedir su eficacia con sistemas de blindaje reactivos o activos, ya que su poder de penetración está garantizado por el gran peso de su munición y su carga en tándem.
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