El líder supremo iraní Ali Khamenei ha prometido «una fuerte venganza» contra los responsables de matar al comandante Quds, mientras que el presidente Rouhani prometió vengar la muerte de Soleimani.
Teherán ha desplegado aviones de combate F-14 en las fronteras del país a raíz del asesinato del general iraní Qasem Soleimani después de que el oficial militar fue asesinado en un ataque aéreo cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, autorizado por el presidente estadounidense Donald Trump, informó la televisión estatal iraní.
Temprano en el día, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirmó que las fuerzas estadounidenses en Irak habían matado al mayor general Qasem Soleimani, el comandante de la élite de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que Washington considera una organización terrorista extranjera.
Estados Unidos afirmó que Soleimani fue responsable de la muerte de «cientos de estadounidenses» y también acusó al general de orquestar ataques contra bases de coalición en Irak, motivando el ataque aéreo iraquí como un medio para disuadir «futuros planes de ataque iraníes».
Tras los informes de la muerte del general, las autoridades de Teherán condenaron enérgicamente a Estados Unidos y se comprometieron a tomar medidas para vengar su muerte.
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