Buscar en este blog

jueves, 2 de enero de 2020

Se acabó la “era de atacar y huir” para EEUU en Irak



Un nuevo informe revela que el ataque contra la embajada de EE.UU. en Irak demuestra que Washington ya no puede quedar impune ante sus violaciones.

EE.UU. decidió el domingo lanzar varios ataques contra las posiciones de las Fuerzas Armadas de Irak, Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), en concreto Kataeb Hezbolá, en la ciudad de Al-Qaim, en la provincia de Al-Anbar (oeste). Los ataques de Estados Unidos se consideran como un acto simbólico que buscaba “salvar la cara” de Washington como una potencia militar en el mundo, se lee en la publicación de la página de la cadena Al-Alam.
Irak anuncia 3 días de luto por las víctimas de bombardeo de EEUU

Según el informe, estos ataques fueron incapaces de cambiar el curso del conflicto en Irak, ya que la reacción contundente de los iraquíes a la agresión estadounidense tardó dos días; el martes miles de iraquíes atacaron la embajada de EE.UU. en Bagdad, ocuparon su recinto, incendiaron su bandera y colocaron la bandera de Al-Hashad Al-Shabi sobre el muro del edifico de la representación diplomática.

Advirtió que el ataque estadounidense y la repuesta iraquí pueden provocar otra dimensión de conflicto en los próximos días porque esas fuerzas populares, oficialmente parte del Ejército iraquí, mantenían una presencia activa en Al-Qaim, zona fronteriza con Siria, donde EE.UU. pretende aumentar su influencia para servir a los intereses del régimen de Israel, que siempre buscaba prolongar la crisis en Irak y Siria mediante el ofrecimiento de apoyos a los grupos terroristas.

Afirma que los que siguen lo que está sucediendo en la región saben que EE.UU. no eligió casualmente bombardear los blancos de los militares iraquíes, ya que el país norteamericano pretende cerrar las bases de esas fuerzas en la frontera con Siria para ayudar a sus aliados, incluidos los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe), y así vigilar la región desde su base militar Ain Al-Asad, ubicada en la provincia iraquí de Al-Anbar.

El ataque estadounidense evidencia el fracaso de EE.UU. en frenar a las fuerzas de resistencia en la región, debido a que la voluntad de los grupos de Resistencia generó equilibrio político y militar en la región, subrayó.

Pero, lo que no esperaba EE.UU. ocurrió en Irak; miles de iraquíes mostraron su solidaridad con las fuerzas populares y atacaron la embajada estadounidense en Bagdad, una posición que confirma que ha finalizado para Estados Unidos “la era de atacar y huir” en Irak, por lo que sus actos ilegales ya no pueden quedar impunes.

Resumen del ataque contra embajada de EEUU en Irak

Ayer martes, miles de iraquíes irrumpieron en el complejo de la sede diplomática de EE.UU. para protestar contra la agresión estadounidense del domingo contra posiciones de Al-Hashad Al-Shabi.

Los manifestantes indignados incendiaron la zona de recepción de la embajada estadounidense, quemaron la bandera estadounidense y colocaron las banderas de las fuerzas populares. Unos 60 manifestantes resultaron heridos debido a la brutal represión ejercida por los militares de EE.UU. de la embajada.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó a la República Islámica de Irán de estar detrás del ataque. No obstante, Irán negó estas acusaciones y afirmó que los incidentes en la embajada de EE.UU. se desarrollaron después de que Estados Unidos violara la soberanía de Irak y matara a decenas de los combatientes de las fuerzas populares de Irak.

No hay comentarios:

Publicar un comentario