Así es, los súper ricos han comenzado a vender sus acciones para tener liquidez ante un inminente próximo colapso financiero; de esta manera el crédito se está estancando de manera dramática, pues los bancos y los grandes inversores se están resistiendo a invertir, razón por la cual hay una grave falta de liquidez en el sector bancario estadounidense.
Así es, recordarán que en días anteriores les hablé del colapso del mercado de recompra de bonos del tesoro estadounidense, mercado mejor conocido como REPOS. Este mercado es utilizado por bancos y empresas para acceder a un crédito a muy corto plazo, normalmente de uno a 14 días de duración; a cambio de este crédito los deudores entregan bonos del tesoro estadounidense a sus prestamistas, préstamo que excede por muy poco el rendimiento del bono objeto de la transacción; de esta manera el deudor puede solucionar su falta de liquidez a cambio de una pequeña ganancia para el prestamista, pues al término del plazo pactado el deudor recompra el bono previamente otorgado al prestamista, con lo que el prestamista recupera su inversión más un pequeño extra.
Pero sucede que actualmente no hay inversores dispuestos a prestar dinero dentro del mercado de los REPOS, razón por la cual estos bonos llegaron a incrementar su interés hasta cerca del 10%, motivo por el cual la Reserva federal, la FED, tuvo que intervenir en el mercado de los REPOS para ingresar como prestamista de última instancia para de esta manera impedir que todo el sistema financiero estadounidense se viniera abajo de manera estrepitosa.
En otras palabras, la Reserva Federal tuvo que comprar los bonos del tesoro estadounidense pues no había, ni hay actualmente, nadie dispuesto a invertir en ellos. Esta intervención de la FED hasta el momento ha significado una inyección de más de un millón de millones de dólares al mercado de las REPO, aumentando de esta manera el balance negativo dela misma institución. Pero no es solo que la Fed este recomprando deuda estadounidense, la realidad es que también está comprando miles de millones de dólares en deuda tóxica privada, esto es, está comprando activos de alto riesgo de origen privado, tales como acciones de empresas en problemas e hipotecas incobrables.
Y esto ya ha sido declarado de forma oficial por el mismo presidente de la FED, es decir, por Jerome Powell. De esta manera la deuda estadounidense se dispara una vez hasta niveles críticos.
Esto no es más que el principio de un largo rescate de bancos y grandes empresas que están por quebrar por parte del gobierno norteamericano; se vuelve a repetir lo sucedido durante la crisis del 2008 cuando el gobierno estadounidense, y prácticamente todos los gobiernos del mundo, tuvieron que rescatar a los grandes empresarios y grandes bancos de la quiebra, solo que esta vez el rescate va a ser mucho mayor; pero lo que no entiende la gente es que esos rescates se los cobraron a ellos (en México a través del famoso FOBAPROA, FOBAPROA que hasta la fecha seguimos pagando) y, además, esos recates son para la GRAN BANCA Y LA GRAN EMPRESA, mientras que para los pequeños empresarios nadie acude en a su auxilio y se dejan caer o que sean absorbidos por los grandes empresarios beneficiados previamente con los rescates del gobierno.
Por otro lado, China advierte a EE.UU. que se prepare para fuertes represalias jamás vistas luego que el gobierno estadounidense incluyera a más de 28 nuevas empresas chinas en su lista negra.
EEUU ha ampliado su 'lista negra' de compañías con 28 firmas de su mayor 'rival' comercial, en la que ya está incluida desde mayo el gigante tecnológico Huawei. Después, el gigante asiático ha reaccionado: ha advertido que habrá represalias si no se corrige "inmediatamente el error"
"Estad atentos", ha alertado este martes a los periodistas Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores, durante una rueda de prensa rutinaria.
Shuang, al ser preguntado por la reciente decisión del Departamento de Comercio de EEUU de incluir a otras 28 compañías chinas en su "lista de entidades", lo ha calificado de "error".
"Urgimos a Estados Unidos a corregir inmediatamente su error"
"Urgimos a Estados Unidos a corregir inmediatamente su error, retire la relevante decisión y deje de interferir en los asuntos internos de China", ha declarado a la prensa el portavoz, según recoge Bloomberg.
La decisión del Gobierno norteamericano se ha basado en presuntos abusos contra los uigures y otras minorías musulmanas que las 28 compañías ahora incluidas en el listado han cometido en la región china de Xinjiang. Geng Shuang ha negado estas acusaciones.
"China continuará tomando medidas firmes y contundentes para salvaguardar los intereses nacionales de soberanía, seguridad y desarrollo de sus intereses", afirmó tajantemente el portavoz chino.
Entre las firmas sancionadas por el Departamento de Comercio norteamericano, hay empresas como Hikvision, Dahua Technology o Megvii Technology, dedicadas a la tecnología de reconocimiento facial, como informa EFE.
Pasar a formar parte de la 'lista negra' prohíbe a estas empresas comprar piezas o componentes de compañías norteamericanas sin la aprobación del gobierno de Estados Unidos.
Por otro lado, los dos países celebrarán en días próximos reuniones de alto nivel para tratar de llegar a aun acuerdo económico y comercial que detenga esta guerra entre ambos, pero así como se ven las cosas, será muy difícil que se alcance algún acuerdo, con lo que la situación para ambos seguirá empeorando, pero cabe aclarar que si bien para china esta disputa comercial con EEUU está significando pérdidas significativas, no es nada comparado con lo que está perdiendo EEUU y con lo que perderá en un futuro próximo; pues a pesar de todo lo que se dice, la realidad es que china goza de una salud económica envidiable que ya la quisieran muchos, mientras que EEUU está en franca recesión, y si además consideramos los recientes problemas originados en el mercado de los REPOS, se entiende que los que llevan todas las de perder son los estadounidenses y no los chinos.
Así es, mientras los analistas como el mismo Standard & Poor's (una agencia de calificación de riesgo estadounidense en servicios financieros), dice que se espera un crecimiento económico para china de cuando menos el 5%, para EEUU se pronostica una recesión económica en toda regla; y mientras china dispone de enormes reservas en dólares, en oro y en plata, EEUU se está endeudando de manera alarmante al rescatar por enésima vez a su sistema bancario, así como a sus grandes empresas; además, china casi no tiene deuda externa, mientras que si es un acreedor de muchos otros países alrededor del mundo; además, el Yuan (la moneda china) sube como la espuma mientras el dólar está por sufrir un terrible colapso luego que se compruebe que no importa cuántos millones de millones invierta la Fed en el sistema bancario estadounidense este de todas manera va a colapsar de forma espectacular en los próximos meses, o días.
¿Recuerdan que les dije que creía que un millón de millones de dólares sería insuficiente para salvar el mercado de las REPO? Pues bien, hoy lo comprobamos cuando nos dicen que ya van más de esa cantidad de dólares inyectados a los REPO y que se prevé seguir inyectando más dólares hasta el 14 de noviembre, e inclusive después de esa fecha si es necesario. Inclusive el banco JP Morgan Chase pide realizar esas inyecciones de capital de manera indefinida hasta por un valor de 39000 millones de dólares diariamente. No olvidemos que en el 2008 solo fueron 850 mil millones inyectados al sistema bancario estadounidense y de todas maneras este colapsó irremediablemente.
Pero además no olvidemos que cada dólar que es imprimido representa nueva deuda para los EEUU, pues no olvidemos que la reserva federal no es un banco del gobierno; en realidad la reserva federal es un conglomerado de bancos privados que para nada están al servicio del pueblo estadounidense, sino, más bien, están al servicio de ellos mismos; razón por la cual imprimen millones de millones de nuevos dólares para comprar bonos del tesoro estadounidense y así aumentar la deuda que tiene este gobierno con ellos, es decir, con la banca privada; además, esos millones de millones de dólares de nueva deuda se imprimen para salvarlos a ellos mismos y no para beneficiar al pueblo estadounidense.
Por otro lado, mientras más dinero se imprima esto tiene un efecto devaluador sobre la misma moneda al aumentar la oferta a la demanda que se tiene de ella; por lo tanto, el dólar colapsará eventualmente víctima de sí mismo. Además, ya muchos países, y los mismos aliados de los EEUU, están diciendo que se debe abandonar el uso del dólar, con lo que de esta manera se va acelerar la caída de la moneda norteamericana.
De esta manera se entiende que a china no le apura alcanzar un acuerdo con los estadounidenses, pues saben perfectamente que ellos tienen todas las de ganar por lo anteriormente expuesto aquí; además, se espera que Donald trump abandone la casa blanca al perder las próximas elecciones o al ser objeto de juicio político o impeachment. De esta manera china prefiere alargar las cosas hasta que se de éste resultado y llegue alguien más a la casa blanca con quien negociar en mejores condiciones.
Así, tenemos que la Fed acaba de anunciar que reducirá por enésima vez los tipos de interés y que si es necesario llegar a cero o 0,5% lo harán sin chistar; además, advierten que es necesario aumentar el balance negativo de la FED para mantener viva y en terapia intensiva a la economía de EEUU.
Y esto que estamos viendo no es algo casual, pues ya las mismas autoridades del Fondo Monetario Internacional hablan de una desaceleración económica global “controlada”, es decir, están reconociendo que esta recesión económica que esta próxima a hacerse presente está siendo controlada y coordinada desde las más altas esferas del poder financiero global; de esta manera se entiende el por qué de la guerra comercial desatada por Donald Trump, pues de esta manera tratan de acelerar la llegada de esta próxima desaceleración económica global pero, según ellos, de manera controlada y coordinada por parte de las principales economías occidentales.
También tenemos que los grandes directores de las grandes instituciones financieras de occidente comienzan a decir que esta próxima crisis va a ser la peor en más de 50 años. Así, tenemos que el principal analista de JP Morgan advierte que esta próxima crisis va a ser la peor en más de 50 años. Además, esta crisis va a ser acelerada y magnificada por la inteligencia artificial que se utiliza en los sistemas de gestión bursátil en las bolsas de todo el mundo; es decir, serán los algoritmos digitales los que desatarán esta próxima crisis cuando de improviso comiencen a vender acciones como locos, derrumbando con ello el mercado financiero mundial.
También tenemos que los grandes directores de las grandes instituciones financieras de occidente comienzan a decir que esta próxima crisis va a ser la peor en más de 50 años. Así, tenemos que el principal analista de JP Morgan advierte que esta próxima crisis va a ser la peor en más de 50 años. Además, esta crisis va a ser acelerada y magnificada por la inteligencia artificial que se utiliza en los sistemas de gestión bursátil en las bolsas de todo el mundo; es decir, serán los algoritmos digitales los que desatarán esta próxima crisis cuando de improviso comiencen a vender acciones como locos, derrumbando con ello el mercado financiero mundial.
Ante todo lo expuesto anteriormente uno puede confirmar que verdaderamente la crisis está muy próxima y que además será de proporciones bíblicas, pero además, a diferencia de la crisis del 2008, en esta oportunidad los gobiernos se verán forzados a reducir los impuestos, e inclusive a desaparecerlos por completo para incentivar de esta manera a que circule el dinero por el sistema financiero local; inclusive, algunos se atreven a augurar que el mismo gobierno no sólo tendrá que desaparecer los impuestos, sino que tendrá que darles dinero de manera gratuita a los ciudadanos de a pie y ya no a las grandes empresas y bancos privados, pues estos no lo están gastando y solo lo acumulan para recomprar sus propias acciones o para comprar a su competencia.
Y es que esta próxima crisis va a ser más que nada una crisis de liquidez más que de otra cosa, pues ya vemos como el dinero ha dejado de circular y los que lo tienen lo están acumulando para salir a comprar cuando todo estalle y así aprovechar las gangas que entonces se darán como consecuencia de la crisis y la falta de liquidez.
Así que, esta próxima crisis va a ser por falta de liquidez y, asimismo, va a acabar con muchos pequeños y medianos empresarios, pero va hacer más ricos a los de ya de por si ricos y a los grandes oligopolios los hará aún más grandes gracias a todo el dinero que los gobiernos están dando para salvarlos una vez más de la quiebra.
Pero nunca debieron de salvarlos, debieron dejarlos caer pues ese es el ciclo natural de la economía y es la forma que tiene el sistema para librarse de los parásitos financieros y de los sistemas obsoletos y caducos, pero al salvarlos solo los mantuvo con vida artificial creando con ello a verdaderos zombis económicos gigantes, es decir, bancos zombis y empresas zombis que no ayudan en nada a la economía real pero si la perjudican enormemente. Todo ese dinero que se empleó para salvarlos de la bancarrota se debió dar a los ciudadanos se a pie para que estos movieran la economía con su consumo, pero no dárselos a los banqueros y grandes empresarios pues estos no lo invirtieron en crear nuevos empleos, nueva infraestructura o nuevas fábricas, no, lo emplearon para recomprar su propia deuda o para absorber a la competencia, acabando de esta manera con el libre mercado y la libre competencia, razón por la cual ahora tenemos intereses negativos, intereses negativos que no es otra cosa que un robo a l ciudadano común, pues al haber intereses negativos le están restando valor al dinero, lo que se traduce en una disminución del poder adquisitivo del ciudadano común, lo que no es otra cosa que una incautación disfrazada de su dinero.
Tipos más pequeños, balance más grande: la Fed se pone en 'modo crisis'
La reunión de finales de octubre, que se antojaba de transición, confirmará las crecientes preocupaciones de la Fed
La entidad va camino de desactivar las cuatro subidas de los tipos que disparó en 2018.
Lo ha confirmado su presidente, Jerome Powell, en un discurso pronunciado en la noche del martes, en el que constató el acelerado cambio de actitud en la Fed. Porque no hace tanto, en 2018, la entidad subió los tipos en cuatro ocasiones. Es más, hasta marzo de este año su intención pasaba por elevarlos dos veces más en 2019. Y en cuanto al balance, lo estuvo reduciendo hasta agosto, drenando así liquidez al sistema tras haberlo engordado de los 0,9 a los 4,5 billones de dólares durante la crisis para luego adelgazarlo hasta los 3,75 billones entre finales de 2017 y este verano.
Ahora, casi sin transición, la Fed está de vuelta. Ya ha bajado los tipos dos veces, en julio y septiembre, y está en marcha otra rebaja, la de finales de este mismo mes, a la que posiblemente seguirá otra en diciembre. Y así, un año después de haber aumentado los intereses cuatro veces, los habrá reducido otros cuatro. Por ahora, el mercado otorga una probabilidad del 86% a que la Fed abarate el precio del dinero en la cita de octubre.
Pero hay más. Confirmando que ha activado ya el ‘modo crisis’, Powell anticipó el martes que vuelve a ser el momento de ampliar el balance de la Fed. Las restricciones de liquidez sufridas en las últimas semanas, que han obligado a la entidad a bombear ya más de un billón de dólares en los mercados monetarios para abastecerlos de los dólares que demandan y no encuentran, van a empujar al banco central norteamericano a reanudar las compras de activos en el mercado para reforzar la liquidez del sistema y contener esas.
¿Cuándo lo hará? Apuntalando este vertiginoso cambio de rumbo, "pronto", admitió Powell el martes. Tan pronto como este mismo mes, en la reunión de política monetaria de los días 29 y 30 de octubre, que se presentaba como de transición, tras las dos últimas bajadas de los tipos, pero que ahora adquiere un renovado protagonismo conforme los acontecimientos y las estadísticas económicas evidencian que el deterioro de la situación también está siendo más acelerado de lo previsto.
La Fed inyecta ya más de un billón de dólares contra las restricciones de liquidez en EEUU
La ausencia de dólares suficientes en el mercado estadounidense de repos, un segmento clave para que los bancos consigan el dinero que necesitan para funcionar en su día a día, sigue exigiendo a la Reserva Federal (Fed) operaciones diarias con las que proporcionar a las entidades la financiación que necesitan. Desde que el banco central estadounidense se vio obligado a salir al mercado el pasado 17 de septiembre para calmar estas tensiones, no ha dejado de actuar ni un solo día y ha bombeado ya más de 1 billón de dólares.
De manera exacta, ha proporcionado 1,061 billones. De ellos, los últimos 76.350 millones proceden de la operación a uno -37.500 millones- y 14 días -38.850 millones- que ha llevado a cabo este martes. Es decir, la Fed de Nueva York, que es la que ejecuta estas operaciones, continúa encontrándose con una importante demanda que impide a la entidad suspender este refuerzo al mercado. Es más, el pasado viernes decidió ampliar del 10 de octubre al 4 de noviembre el plazo en el que continuará convocando subastas de estas características.
El crash de 2008 es solo un pequeño sobresalto comparado con la próxima crisis que se nos viene encima.
Marko Kolanovic, analista senior de JP Morgan, predice una gran crisis de liquidez que golpeará a los mercados y que derivará en una gran tensión social.
El hecho de que el mercado esté controlado por una serie de algoritmos que actúan de forma automática hará que las acciones se desplomen con más violencia que nunca.
Los bancos centrales no solo tendrán que comprar deuda soberana, se verán obligados a hacerse con acciones de empresas clave.
¿Cuándo empezará el mambo? Kolanovic no se atreve a pronosticarlo, pero asegura que todavía nos quedan un par de años de tranquilidad.
¿Cómo celebran los bancos de inversión el décimo aniversario de la caída de Lehman Brothers? Pues con un informe de decenas de páginas en el que se explica cómo se llegó a esa situación, cómo se manejó y cómo se salió. Y también, haciendo predicciones sobre si habrá una próxima crisis similar.
Uno de esos ‘informes celebración’ es el firmado por Marko Kolanovic, jefe de los analistas cuantitativos de JP Morgan. En el trabajo, de 168 páginas, se adiverte de que el aumento de las inversiones pasivas –copiar las inversiones de los demás- realizadas por algoritmos y programas informáticos, pueden generar un derrumbe en cadena que arrastre a toda la economía global y termine en la próxima crisis.
Échenle la culpa a los algoritmos
Kolanovic advierte que ya hemos vivido esta situación a una escala muy pequeña. Aunque nos encontramos en un largo periodo de expansión económica –en Estados Unidos el crecimiento es imparable desde hace 10 años- se han producido dos caídas repentinas casi inexplicables. Una tuvo lugar en febrero de este año s (un hundimiento súbito de 1.600 puntos en el Nasdaq) y otra, en agosto de 2015, en el que el mismo índice bajó de sopetón 1.100 puntos.
Para Kolanovic, el fin de la bonanza económica llegará por culpa de un problema de liquidez. Y cuando empiecen las turbulencias, los programas informáticos que toman decisiones bursátiles actuarán de manera implacable, derribando los fondos y las acciones que hagan falta.
El analista predice que cuando llegue el pánico, todo el mundo intentará vender. Y dado que gran parte de las firmas de inversión programan sus posiciones para vender sus activos automáticamente ante determinados signos de debilidad, se producirá una concatenación que llevará al sistema contra las cuerdas: todo el mundo querrá deshacerse de sus acciones, pero nadie las comprará, con el consiguiente desplome.
"Hay grandes grupos de inversores que son puramente mecánicos", asegura Kolanovic en su informe. "Venden sobre la base de ciertas señales y no necesariamente en función a desarrollos fundamentales, tales como aumentos en el índice de volatilidad, o un cambio en la correlación entre el valor de los bonos y el de las acciones o la simple acción de los precios. Significa que si el mercado baja un 2%, entonces se ponen a vender automáticamente”.
Un bajón del 40%
El analista de JP Morgan predice una caída repentina del 40% del valor total de la bolsa en apenas un par de jornadas (eso fue los que se hundió la bolsa española en 2008… en un año, el peor de su historia), que podría llevar a una acción inédita, como puede ser la compra de acciones de empresas privadas por parte de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo. Esta medida ya fue tomada por el Banco Central de Japón. Esta compra de acciones tendrá como misión romper el ciclo negativo en el que todo el mundo quiere vender pero nadie tiene liquidez para comprar.
Desaparición de los impuestos
La salida de esta crisis será justo la contraria a la de 2008. Kolanovic prevé que los estados se verán obligados a bajar impuestos de una manera bestial, o que incluso tendrán que dar dinero a sus ciudadanos. Y si los gobiernos no son capaces de gestionar esta crisis de manera correcta, s e producirán graves disturbios y tensiones sociales, mucho peores de las vividas en el periodo 2008-2013 en Europa.
¿Cuándo empezarán los problemas? El analista no quiere mojarse, pero prevé que la expansión económica duré por lo menos hasta el segundo semestre de 2019.
La deuda de los países emergentes, otro problema
Pero JP Morgan no es el único agorero. Jean-Claude Trichet, ex presidente del Banco Central Europeo, advierte que el endeudamiento de los países emergentes puede afectar de manera peligrosa a la economía global. En la crisis de 2008, el endeudamiento de las economías avanzadas fue un aspecto clave en el cataclismo que luego sucedió y aunque estas últimas han tomado medidas para evitar que la situación se repita, países como Brasil, Argentina o Turquía no han hecho más que endeudarse más y más. ¿Y quién ha comprado esa deuda? Exacto, los primeros espadas de la economía mundial. Si los primeros caen, los segundos serán arrastrados.
De esta manera tenemos que los millonarios han dejado de gastarse su dinero y lo están reservando para tiempos mejores, o mejor dicho, para cuando todo comience a colapsar y muchos comiencen a rematar sus propiedades, sus empresas y todo lo que tienen para sortera de mejor manera la crisis. De esta manera, los mega ricos acudirán al mercado para comprar todo eso a precio de ganga, tal como siempre ha sucedido y tal como lo vimos en la anterior crisis del 2008 cuando los grandes bancos compraron a los pequeños bancos para transformarse de esta manera en mega bancos; así mismo sucedió con las empresas.
Los más ricos del mundo han dejado de gastarse el dinero; y eso es solo el principio de un preocupante escenario
Los más ricos de Estados Unidos han dejado de gastarse el dinero y están más preocupados en ahorrar.
Este escenario podría desencadenar una cascada de consecuencias negativas que podría lastrar la economía del gigante americano y causar una recesión global.
¿Los malos augurios? El sector inmobiliario de lujo está teniendo su peor año desde la crisis de 2008.
Por primera vez en años, los millones de dólares gastados en subastas de arte han descendido.
Los ricos son los primeros en ver los problemas. Y parece que desde su elevada posición no ven claro el futuro. Por eso han dejado de gastar dinero en mansiones, coches de lujo y obras de arte, sus caprichos favoritos. Mientras las clases medias gastan despreocupadas, el 1% de los Estados Unidos desconfía de la situación económica. Y esas dudas nos pueden costar muy caras.
El sector inmobiliario, el que primero anunció la crisis de 2008 que supuso una fuerte recesión en EE.UU. y arrasó las economías de países como España, Portugal o Grecia, está empezando a experimentar un frenazo considerable. Por ejemplo, Manhattan, uno de los mercados inmobiliarios más exclusivos y deseados del planeta, lleva 6 trimestres consecutivos bajando los precios. Y de acuerdo al portal inmobiliario Redfin, la venta de casas con un precio por encima del 1,5 millón de dólares ha caído un 5% en los Estados Unidos.
También hay malas noticias en cuanto a la venta de productos de lujo. Tiendas emblemáticas como Barneys están en bancarrota, mientras que Nordstrom acumula tres trimestres de bajada de beneficios. ¿Estamos ante el Apocalipsis del retail o ante el principio de una recesión global?
Y es que esta próxima crisis va a ser más que nada una crisis de liquidez más que de otra cosa, pues ya vemos como el dinero ha dejado de circular y los que lo tienen lo están acumulando para salir a comprar cuando todo estalle y así aprovechar las gangas que entonces se darán como consecuencia de la crisis y la falta de liquidez.
Así que, esta próxima crisis va a ser por falta de liquidez y, asimismo, va a acabar con muchos pequeños y medianos empresarios, pero va hacer más ricos a los de ya de por si ricos y a los grandes oligopolios los hará aún más grandes gracias a todo el dinero que los gobiernos están dando para salvarlos una vez más de la quiebra.
Pero nunca debieron de salvarlos, debieron dejarlos caer pues ese es el ciclo natural de la economía y es la forma que tiene el sistema para librarse de los parásitos financieros y de los sistemas obsoletos y caducos, pero al salvarlos solo los mantuvo con vida artificial creando con ello a verdaderos zombis económicos gigantes, es decir, bancos zombis y empresas zombis que no ayudan en nada a la economía real pero si la perjudican enormemente. Todo ese dinero que se empleó para salvarlos de la bancarrota se debió dar a los ciudadanos se a pie para que estos movieran la economía con su consumo, pero no dárselos a los banqueros y grandes empresarios pues estos no lo invirtieron en crear nuevos empleos, nueva infraestructura o nuevas fábricas, no, lo emplearon para recomprar su propia deuda o para absorber a la competencia, acabando de esta manera con el libre mercado y la libre competencia, razón por la cual ahora tenemos intereses negativos, intereses negativos que no es otra cosa que un robo a l ciudadano común, pues al haber intereses negativos le están restando valor al dinero, lo que se traduce en una disminución del poder adquisitivo del ciudadano común, lo que no es otra cosa que una incautación disfrazada de su dinero.
Tipos más pequeños, balance más grande: la Fed se pone en 'modo crisis'
La reunión de finales de octubre, que se antojaba de transición, confirmará las crecientes preocupaciones de la Fed
La entidad va camino de desactivar las cuatro subidas de los tipos que disparó en 2018.
Lo ha confirmado su presidente, Jerome Powell, en un discurso pronunciado en la noche del martes, en el que constató el acelerado cambio de actitud en la Fed. Porque no hace tanto, en 2018, la entidad subió los tipos en cuatro ocasiones. Es más, hasta marzo de este año su intención pasaba por elevarlos dos veces más en 2019. Y en cuanto al balance, lo estuvo reduciendo hasta agosto, drenando así liquidez al sistema tras haberlo engordado de los 0,9 a los 4,5 billones de dólares durante la crisis para luego adelgazarlo hasta los 3,75 billones entre finales de 2017 y este verano.
Ahora, casi sin transición, la Fed está de vuelta. Ya ha bajado los tipos dos veces, en julio y septiembre, y está en marcha otra rebaja, la de finales de este mismo mes, a la que posiblemente seguirá otra en diciembre. Y así, un año después de haber aumentado los intereses cuatro veces, los habrá reducido otros cuatro. Por ahora, el mercado otorga una probabilidad del 86% a que la Fed abarate el precio del dinero en la cita de octubre.
Pero hay más. Confirmando que ha activado ya el ‘modo crisis’, Powell anticipó el martes que vuelve a ser el momento de ampliar el balance de la Fed. Las restricciones de liquidez sufridas en las últimas semanas, que han obligado a la entidad a bombear ya más de un billón de dólares en los mercados monetarios para abastecerlos de los dólares que demandan y no encuentran, van a empujar al banco central norteamericano a reanudar las compras de activos en el mercado para reforzar la liquidez del sistema y contener esas.
¿Cuándo lo hará? Apuntalando este vertiginoso cambio de rumbo, "pronto", admitió Powell el martes. Tan pronto como este mismo mes, en la reunión de política monetaria de los días 29 y 30 de octubre, que se presentaba como de transición, tras las dos últimas bajadas de los tipos, pero que ahora adquiere un renovado protagonismo conforme los acontecimientos y las estadísticas económicas evidencian que el deterioro de la situación también está siendo más acelerado de lo previsto.
La Fed inyecta ya más de un billón de dólares contra las restricciones de liquidez en EEUU
La ausencia de dólares suficientes en el mercado estadounidense de repos, un segmento clave para que los bancos consigan el dinero que necesitan para funcionar en su día a día, sigue exigiendo a la Reserva Federal (Fed) operaciones diarias con las que proporcionar a las entidades la financiación que necesitan. Desde que el banco central estadounidense se vio obligado a salir al mercado el pasado 17 de septiembre para calmar estas tensiones, no ha dejado de actuar ni un solo día y ha bombeado ya más de 1 billón de dólares.
De manera exacta, ha proporcionado 1,061 billones. De ellos, los últimos 76.350 millones proceden de la operación a uno -37.500 millones- y 14 días -38.850 millones- que ha llevado a cabo este martes. Es decir, la Fed de Nueva York, que es la que ejecuta estas operaciones, continúa encontrándose con una importante demanda que impide a la entidad suspender este refuerzo al mercado. Es más, el pasado viernes decidió ampliar del 10 de octubre al 4 de noviembre el plazo en el que continuará convocando subastas de estas características.
El crash de 2008 es solo un pequeño sobresalto comparado con la próxima crisis que se nos viene encima.
Marko Kolanovic, analista senior de JP Morgan, predice una gran crisis de liquidez que golpeará a los mercados y que derivará en una gran tensión social.
El hecho de que el mercado esté controlado por una serie de algoritmos que actúan de forma automática hará que las acciones se desplomen con más violencia que nunca.
Los bancos centrales no solo tendrán que comprar deuda soberana, se verán obligados a hacerse con acciones de empresas clave.
¿Cuándo empezará el mambo? Kolanovic no se atreve a pronosticarlo, pero asegura que todavía nos quedan un par de años de tranquilidad.
¿Cómo celebran los bancos de inversión el décimo aniversario de la caída de Lehman Brothers? Pues con un informe de decenas de páginas en el que se explica cómo se llegó a esa situación, cómo se manejó y cómo se salió. Y también, haciendo predicciones sobre si habrá una próxima crisis similar.
Uno de esos ‘informes celebración’ es el firmado por Marko Kolanovic, jefe de los analistas cuantitativos de JP Morgan. En el trabajo, de 168 páginas, se adiverte de que el aumento de las inversiones pasivas –copiar las inversiones de los demás- realizadas por algoritmos y programas informáticos, pueden generar un derrumbe en cadena que arrastre a toda la economía global y termine en la próxima crisis.
Échenle la culpa a los algoritmos
Kolanovic advierte que ya hemos vivido esta situación a una escala muy pequeña. Aunque nos encontramos en un largo periodo de expansión económica –en Estados Unidos el crecimiento es imparable desde hace 10 años- se han producido dos caídas repentinas casi inexplicables. Una tuvo lugar en febrero de este año s (un hundimiento súbito de 1.600 puntos en el Nasdaq) y otra, en agosto de 2015, en el que el mismo índice bajó de sopetón 1.100 puntos.
Para Kolanovic, el fin de la bonanza económica llegará por culpa de un problema de liquidez. Y cuando empiecen las turbulencias, los programas informáticos que toman decisiones bursátiles actuarán de manera implacable, derribando los fondos y las acciones que hagan falta.
El analista predice que cuando llegue el pánico, todo el mundo intentará vender. Y dado que gran parte de las firmas de inversión programan sus posiciones para vender sus activos automáticamente ante determinados signos de debilidad, se producirá una concatenación que llevará al sistema contra las cuerdas: todo el mundo querrá deshacerse de sus acciones, pero nadie las comprará, con el consiguiente desplome.
"Hay grandes grupos de inversores que son puramente mecánicos", asegura Kolanovic en su informe. "Venden sobre la base de ciertas señales y no necesariamente en función a desarrollos fundamentales, tales como aumentos en el índice de volatilidad, o un cambio en la correlación entre el valor de los bonos y el de las acciones o la simple acción de los precios. Significa que si el mercado baja un 2%, entonces se ponen a vender automáticamente”.
Un bajón del 40%
El analista de JP Morgan predice una caída repentina del 40% del valor total de la bolsa en apenas un par de jornadas (eso fue los que se hundió la bolsa española en 2008… en un año, el peor de su historia), que podría llevar a una acción inédita, como puede ser la compra de acciones de empresas privadas por parte de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo. Esta medida ya fue tomada por el Banco Central de Japón. Esta compra de acciones tendrá como misión romper el ciclo negativo en el que todo el mundo quiere vender pero nadie tiene liquidez para comprar.
Desaparición de los impuestos
La salida de esta crisis será justo la contraria a la de 2008. Kolanovic prevé que los estados se verán obligados a bajar impuestos de una manera bestial, o que incluso tendrán que dar dinero a sus ciudadanos. Y si los gobiernos no son capaces de gestionar esta crisis de manera correcta, s e producirán graves disturbios y tensiones sociales, mucho peores de las vividas en el periodo 2008-2013 en Europa.
¿Cuándo empezarán los problemas? El analista no quiere mojarse, pero prevé que la expansión económica duré por lo menos hasta el segundo semestre de 2019.
La deuda de los países emergentes, otro problema
Pero JP Morgan no es el único agorero. Jean-Claude Trichet, ex presidente del Banco Central Europeo, advierte que el endeudamiento de los países emergentes puede afectar de manera peligrosa a la economía global. En la crisis de 2008, el endeudamiento de las economías avanzadas fue un aspecto clave en el cataclismo que luego sucedió y aunque estas últimas han tomado medidas para evitar que la situación se repita, países como Brasil, Argentina o Turquía no han hecho más que endeudarse más y más. ¿Y quién ha comprado esa deuda? Exacto, los primeros espadas de la economía mundial. Si los primeros caen, los segundos serán arrastrados.
De esta manera tenemos que los millonarios han dejado de gastarse su dinero y lo están reservando para tiempos mejores, o mejor dicho, para cuando todo comience a colapsar y muchos comiencen a rematar sus propiedades, sus empresas y todo lo que tienen para sortera de mejor manera la crisis. De esta manera, los mega ricos acudirán al mercado para comprar todo eso a precio de ganga, tal como siempre ha sucedido y tal como lo vimos en la anterior crisis del 2008 cuando los grandes bancos compraron a los pequeños bancos para transformarse de esta manera en mega bancos; así mismo sucedió con las empresas.
Los más ricos del mundo han dejado de gastarse el dinero; y eso es solo el principio de un preocupante escenario
Los más ricos de Estados Unidos han dejado de gastarse el dinero y están más preocupados en ahorrar.
Este escenario podría desencadenar una cascada de consecuencias negativas que podría lastrar la economía del gigante americano y causar una recesión global.
¿Los malos augurios? El sector inmobiliario de lujo está teniendo su peor año desde la crisis de 2008.
Por primera vez en años, los millones de dólares gastados en subastas de arte han descendido.
Los ricos son los primeros en ver los problemas. Y parece que desde su elevada posición no ven claro el futuro. Por eso han dejado de gastar dinero en mansiones, coches de lujo y obras de arte, sus caprichos favoritos. Mientras las clases medias gastan despreocupadas, el 1% de los Estados Unidos desconfía de la situación económica. Y esas dudas nos pueden costar muy caras.
El sector inmobiliario, el que primero anunció la crisis de 2008 que supuso una fuerte recesión en EE.UU. y arrasó las economías de países como España, Portugal o Grecia, está empezando a experimentar un frenazo considerable. Por ejemplo, Manhattan, uno de los mercados inmobiliarios más exclusivos y deseados del planeta, lleva 6 trimestres consecutivos bajando los precios. Y de acuerdo al portal inmobiliario Redfin, la venta de casas con un precio por encima del 1,5 millón de dólares ha caído un 5% en los Estados Unidos.
También hay malas noticias en cuanto a la venta de productos de lujo. Tiendas emblemáticas como Barneys están en bancarrota, mientras que Nordstrom acumula tres trimestres de bajada de beneficios. ¿Estamos ante el Apocalipsis del retail o ante el principio de una recesión global?
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