Las acciones de Tesla se desplomaron después de que el fabricante de vehículos eléctricos quedase fuera del índice bursátil S&P 500. La noticia disgustó a los inversores que apostaron por incluir a la empresa.
No obstante, el Comité del Índice S&P 500 decidió incluir a la compañía de comercio electrónico Etsy, al fabricante de equipos de prueba automáticos Teradyne y a la empresa farmacéutica Catalent.
Muchos inversores esperaban que el fabricante de automóviles eléctricos entrase en el S&P 500 después de que en julio de 2020 la empresa reportase haber registrado el cuatro trimestre consecutivo de rentabilidad. De esta manera la compañía de Musk eliminó el último gran obstáculo que la separaba del índice bursátil.
Como resultado, desde el 4 de septiembre las acciones de Tesla se desplomaron casi un 15% antes de que arrancase la sesión del 8 de septiembre en la bolsa neoyorquina, y acabaron el día con una pérdida de más de 21%. Desde principios de 2020 el precio de un título ha crecido más de un 470%, haciendo que Tesla pasase a valer más que sus rivales Toyota y Volkswagen.
Recientemente la empresa de Musk aumentó el número de acciones en circulación en el marco de un proceso conocido como el desdoblamiento.
Debido a este movimiento el valor de sus acciones subió considerablemente e hizo que Elon Musk adelantase al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en la lista de los más ricos del mundo. Unos días más tarde el mayor accionista externo Baillie Gifford redujo su participación en la empresa y provocó el desplome del precio de sus acciones.
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