Según los especialistas, el uso de grandes grupos de vehículos marinos no tripulados proporcionará una mayor eficacia. Según la fuente, los enjambres de drones submarinos rusos serán controlados por inteligencia artificial y darán la vuelta a todo el concepto de dimensiones de los buques.
"Por ejemplo, el puesto de mando tiene una tarea general: destruir un grupo de ataque de portaviones del enemigo. La inteligencia artificial, que controlará un enjambre de drones submarinos, resuelve esta tarea en función de circunstancias bastante específicas y en continuo cambio", explicó.
La Inteligencia artificial puede concentrar sus esfuerzos en una de las direcciones o maniobrar y desplazar los esfuerzos en otra dirección. Por otro lado, es capaz de retirarse temporalmente de la batalla y confundir al enemigo con acciones demostrativas, detalló.
"Todo esto lo hará la inteligencia artificial recibiendo datos sobre la situación desde una gran variedad de fuentes", explicó el funcionario del sistema en desarrollo.
Los vehículos no tripulados, tanto de superficie como submarinos, tendrán un desplazamiento de unas 500 a 1000 toneladas. La tarea de una nave de este tipo es acercarse al enemigo y destruirlo discretamente.
Si un dron se pierde en un combate, su coste relativamente bajo no tendrá un efecto fatal en el resultado de una operación naval o de la guerra en el mar en su conjunto, afirmó.
El nuevo sistema plantea la cuestión del control sostenido de los drones submarinos desde los puntos de control situados en los puestos de mando aéreos, los buques de superficie y desde los portadores de drones submarinos.
"Curiosamente, a grandes profundidades de ocho, e incluso 11.000 metros, la transmisión de señales y comandos no es peor, sino incluso mejor que a una profundidad de, por ejemplo, un km. Por un lado, esto da al dron marino muchas ventajas a la hora de acercarse al objetivo a profundidades de varios miles de metros, ya que todavía no se han desarrollado armas capaces de atacar objetivos a tales profundidades", afirma la fuente.
Por otro lado, sigue existiendo el problema de la transmisión intermedia de señales y comandos de control, por ejemplo, entre aire y agua, indicó.
La navegación será proporcionada por los últimos giroscopios electrónicos. Su error para 1.000 km de recorrido puede ser significativamente inferior a 100 metros. De este modo, un dron podrá alcanzar las proximidades del objetivo con gran precisión.
También está la cuestión de los portadores de estos drones marinos, tanto de superficie como submarinos.
"Los drones dan un vuelco a todo el concepto de dimensiones —longitud, anchura, calado, desplazamiento— de los buques de superficie. No hay duda de que el futuro pertenece a estos drones", subrayó la fuente.
Las principales potencias de la construcción naval siguen aproximadamente el mismo camino. Por ejemplo, EEUU desarrolla un cazador de submarinos no tripulado Sea Hunter. Está previsto que el avión no tripulado sea capaz no solo de realizar tareas de reconocimiento, sino también de emplear armas sobre objetivos de superficie, así como de utilizar la guerra electrónica.
"En cuanto a los enjambres de vehículos marinos no tripulados, tanto de superficie como subacuáticos, quien lleve a término esta tecnología obtendrá innegables ventajas en el combate armado en el mar. Se convertirá, sin exagerar, en el gobernante de los océanos", concluyó una fuente de alto rango en el complejo de la industria de defensa rusa.
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