El Foro Económico Mundial de Davos tal vez sea recordado este año por el hecho de que allí estuvo a punto de formalizarse el 'divorcio' entre Estados Unidos y Europa. Al menos eso se desprende del análisis del periodista Serguéi Manukov, del medio ruso Expert.
La entrevista que el presidente de EEUU, Donald Trump, concedió al canal ITV al regresar de Davos puede servir para ilustrar esta brecha. Durante la conversación con el periodista, el mandatario norteamericano amenazó con enfrentar al bloque de la UE por su política comercial "muy injusta" respecto a los exportadores de EEUU. Se refería en concreto a los aranceles establecidos por los países europeos, que en opinión de Trump son demasiado elevados.
"Nuestros productos no pueden entrar [en el mercado europeo]. Es muy difícil y ellos envían sus productos sin pagar impuestos, muy pocos impuestos. Es muy injusto", afirmó.
El mandatario estadounidense aseguró que tenía muchos problemas con la Unión Europea y que estas trabas podían "transformarse en algo grande" en el ámbito del comercio.
Trump también recalcó que no solo Europa mantiene un 'comercio injusto' con EEUU, sino con otros países más, en referencia velada a China y Corea del Sur. El líder estadounidense, al parecer, considera su país lo suficientemente fuerte para guerras comerciales en varios frentes.
Trump también recalcó que no solo Europa mantiene un 'comercio injusto' con EEUU, sino con otros países más, en referencia velada a China y Corea del Sur. El líder estadounidense, al parecer, considera su país lo suficientemente fuerte para guerras comerciales en varios frentes.
EEUU se ha acostumbrado a que Europa apoye siempre la política de su 'hermano mayor' y sufra todos los reproches y ataques de su Administración en silencio, analiza Manukov. Sin embargo, esta vez la reacción de Bruselas podría haber sorprendido al Gobierno de Trump.
La Unión Europea contestó a las acusaciones diciendo que está lista para reaccionar rápidamente si Estados Unidos restringe sus exportaciones. El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, afirmó en una conferencia de prensa que la UE no consideraba el comercio como un "juego de suma cero" —cuando el beneficio de un participante en el mercado se equilibra con exactitud con la pérdida de los otros participantes—.
"No se trata de ganadores y perdedores. Aquí en la UE creemos que el comercio puede y debe ser un win-win [beneficioso para todos]", subrayó el portavoz.
También pensamos que, aunque el comercio debe ser abierto y justo, debe basarse igualmente en normas. La UE está lista para reaccionar decidida y apropiadamente si nuestras exportaciones se ven afectadas por cualquier medida restrictiva al comercio por parte de EEUU", advirtió.
La Unión Europea no quiere una guerra comercial, pero si EEUU se empeña en desatarla, responderá "decidida y apropiadamente", enfatizó.
La Comisión Internacional de Comercio de EEUU ya prohibió a Washington imponer aranceles del 292% a los aviones de Bombardier, parcialmente ensamblados por trabajadores británicos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos se quejaba de que el Reino Unido y Canadá otorgaran subsidios injustos a la empresa Bombardier, cuya fábrica en Irlanda del Norte emplea a más de 1.000 personas. Sin embargo, la queja del Departamento de Comercio de EEUU, basada en la denuncia de Boeing, fue rechazada inesperadamente por la Comisión.
"La Unión Europea siempre respaldará y defenderá los intereses de su industria cuando se encuentre ante prácticas comerciales injustas", declaró el portavoz de Comercio, Daniel Rosario, tras celebrar la "dura victoria" lograda por Bombardier.
La Comisión Europa mostró el 30 de enero su "decepción" ante el arancel adicional impuesto por Washington a la aceituna negra española, una decisión preliminar que Madrid ya ha denunciado en Bruselas.
La Unión Europea no quiere una guerra comercial, pero si EEUU se empeña en desatarla, responderá "decidida y apropiadamente", enfatizó.
La Comisión Internacional de Comercio de EEUU ya prohibió a Washington imponer aranceles del 292% a los aviones de Bombardier, parcialmente ensamblados por trabajadores británicos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos se quejaba de que el Reino Unido y Canadá otorgaran subsidios injustos a la empresa Bombardier, cuya fábrica en Irlanda del Norte emplea a más de 1.000 personas. Sin embargo, la queja del Departamento de Comercio de EEUU, basada en la denuncia de Boeing, fue rechazada inesperadamente por la Comisión.
"La Unión Europea siempre respaldará y defenderá los intereses de su industria cuando se encuentre ante prácticas comerciales injustas", declaró el portavoz de Comercio, Daniel Rosario, tras celebrar la "dura victoria" lograda por Bombardier.
La Comisión Europa mostró el 30 de enero su "decepción" ante el arancel adicional impuesto por Washington a la aceituna negra española, una decisión preliminar que Madrid ya ha denunciado en Bruselas.
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