Un fuerte terremoto de magnitud 7,2 sacudió en la tarde de este viernes el centro y sur de México, sin que se reportaran heridos ni víctimas mortales por causa del movimiento telúrico.
Trece personas, sin embargo, murieron en Oaxaca por la caída del helicóptero empleado por el secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete, y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, para inspeccionar los efectos del sismo.
Tanto Navarrete como Murat resultaron ilesos en el accidente.
Originalmente la Secretaria de Gobernación había cifrado el número de muertos en dos, en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.
Pero la Fiscalía General del Estado posteriormente aumentó la cifra a 13, en un comunicado en el que también dijo ya haber recuperado los cuerpos de 12 de las víctimas: 5 mujeres, 4 hombres, 2 niñas y 1 niño.
Esta noche, un helicóptero militar en el que viajaban el Titular de @SEGOB_mx @navarreteprida y el Gobernador de #Oaxaca @alejandromurat sufrió un lamentable accidente. Desafortunadamente, dos personas que se encontraban en tierra, perdieron la vida en este incidente.
Más de 200 réplicas
El terremoto fue originalmente reportado con una magnitud de 7,5 por el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), que también ubicó su epicentro a 2 kilómetros al sureste de Pinotepa Nacional, en el estado de Oaxaca.
El Instituto Sismológico de México, por su parte, lo situó a 11 kilómetros de la citada localidad e indicó que en las siguientes horas se registraron más de 200réplicas.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, sin embargo, dijo que no había amenaza de olas gigantes.
Según los datos del USGS, el terremoto se originó a más de 24 km de profundidad a las 17:39 hora local (23:39 GMT).
Tan sólo una hora después, se produjo otro sismo en el mismo estado, en ese caso, de magnitud 5,8.
Oaxaca: la región más afectada
La mayor destrucción se reporta en la costa de Oaxaca, en los municipios de Santiago Pinotepa Nacional, San José del Progreso, Jamiltepec, Huazolotitlán, Río Grande, San Pedro Tututepec y Santa María Zacatepec.
Algunos edificios sufrieron daños pero en las primeras horas no se habían reportado muertos.
"Estamos acostumbrados a los temblores, aquí pasan mucho. Pero el de ayer fue terrible, creímos que se iba a caer todo", dice a BBC Mundo Carmen Karely de las Salinas, una habitante de Pinotepa Nacional que trabaja en una base de taxis.
Su casa y las de los alrededores tuvieron daños. "Las casas son viejas y humildes, quedaron muy mal", cuenta.
"La mayoría de los vecinos durmieron en la calle en camas improvisadas con sus sábanas y parece que nadie va a volver por miedo a las réplicas", dice.
Al terremoto le siguieron cientos de réplicas, aunque la mayoría imperceptibles.
Con el terremoto se cortó la electricidad y el internet y las líneas telefónicas estuvieron intermitentes en los municipios afectados.
"Nos quedamos desconectados, la luz volvió hasta las 3 de la mañana. Lo más duro fue el tiempo que no tuvimos forma de saber cómo estaba la demás gente", dice.
En Pinotepa algunas calles quedaron imposibles de transitar debido a los derrumbes. Ladrillos, vidrios, cables tirados por todas partes.
"Trabajo enfrente del Hospital Regional Pedro Espinoza Ruedas y vi cómo la gente salió corriendo. Ahora los pacientes siguen afuera".
Pánico en Ciudad de México
El director de la comisión federal de electricidad, Jaime Hernández, confirmó que el suministro de energía eléctrica de 998.000 hogares y comercios se vio afectado en la capital y los estados de México, Oaxaca, Guerrero y Morelos.
Testigos en Ciudad de México, a unos 360 kilómetros al norte del epicentro, reportaron que el terremoto se sintió con mucha intensidad, aunque menos que el del pasado 19 de septiembre, que dejó 369 muertos, según datos oficiales.
Los habitantes de la capital escucharon la alerta sísmica que se emite en altavoces en las calles, en transmisiones de los medios y en dispositivos móviles.
Eso ofrece hasta un minuto a las personas para buscar un lugar seguro.
En la capital se registraron escenas de pánico. Miles de personas salieron a la calle. Algunas gritaban, otras lloraban y se abrazaban, informó la corresponsal de BBC Mundo en México, Ana Gabriela Rojas.
En la Colonia Condesa, un barrio céntrico y uno de los más afectados en el terremoto del 19 de septiembre, el tráfico paró por algunos minutos.
El ambiente se llenó de polvo de los edificios que están dañados y desocupados desde el anterior gran sismo, hace casi cinco meses.
"Un fuerte recordatorio"
"Fue un fuerte recordatorio de que la ciudad puede colapsar en cualquier minuto, vivimos en una zona sísmica", le dijo a BBC Mundo Christian Hernández, un maestro de primaria que paseaba a su perro cuando sintió el temblor.
"Desde el 19 de septiembre no sentíamos tanto miedo", le dijo a BBC Mundo Luis Rodríguez, un zapatero.
"Se siente mucho miedo pensar que tu casa puede caerte encima en cualquier minuto", dijo una mujer fuera de su casa, que salió en bata de baño.
En algunos restaurantes, no obstante, la actividad paró sólo de manera momentánea.
"Si vamos a morir, es mejor morir cantando", dijo uno de los mariachis que actuaba en La Morena, un establecimiento de la Condesa.
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El Coordinador Nacional de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente, explicó en Twitter que la infraestructura de comunicaciones y transporte no se vieron afectadas y operaban con normalidad minutos después del temblor.
Por su parte, el director general de la petrolera Pemex, Carlos Treviño, aseguró en redes sociales que "todas las refinerías y centros procesadores de gas están bien".
México es un país proclive a sufrir terremotos. Hace tan sólo cinco meses que el país experimentó otro fuerte sismo, de magnitud 7,1.
En esa ocasión, el epicentro se situó en el estado de Morelos, al sur de Ciudad de México, y provocó la muerte de 369 personas.
El más devastador ocurrió en septiembre de 1985, cuando fallecieron 12.000 personas.
El Coordinador Nacional de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente, explicó en Twitter que la infraestructura de comunicaciones y transporte no se vieron afectadas y operaban con normalidad minutos después del temblor.
Por su parte, el director general de la petrolera Pemex, Carlos Treviño, aseguró en redes sociales que "todas las refinerías y centros procesadores de gas están bien".
México es un país proclive a sufrir terremotos. Hace tan sólo cinco meses que el país experimentó otro fuerte sismo, de magnitud 7,1.
En esa ocasión, el epicentro se situó en el estado de Morelos, al sur de Ciudad de México, y provocó la muerte de 369 personas.
El más devastador ocurrió en septiembre de 1985, cuando fallecieron 12.000 personas.
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