Los aviones de asalto modernizados rusos Su-25SM3 han sido equipados con el complejo optoelectrónico Vitebsk, capaz de proteger la aeronave de los misiles antiaéreos dotados de sistema de guía térmico.
El principio de funcionamiento del complejo se basa en una lámpara especial de zafiro que lanza unas emisiones estrechamente enfocadas y moduladas. De esta manera se crea una imagen falsa del objetivo para confundir al misil, que vuela hacia un espacio vacío y en el momento calculado se autodestruye. Hasta el momento nadie ha producido esta tecnología a escala industrial, informa el diario Rossíyskaya Gazeta.
Dichos sistemas están instalados en todos los helicópteros Ka-52, así como en los helicópteros Mi-8 utilizados por los militares rusos en Siria. Ninguno de los helicópteros equipados con los Vitebsk sufrió daños a causa de los proyectiles disparados desde sistemas portátiles de misiles antiaéreos.
Además del Vitebsk, los aviones Su-25SM3 cuentan con sistemas de guerra electrónica que dificultan que sean atacados por misiles guiados por radar. El Su-25 modernizado puede volar 1.850 kilómetros sin repostar, y es capaz no solo de alcanzar objetivos en tierra, sino también de participar en combates aéreos.
El 3 de febrero, un Su-25 ruso que sobrevolaba la provincia siria de Idlib fue derribado por terroristas con la ayuda de un sistema portátil de misiles antiaéreos. El piloto Román Filípov, que se eyectó del aparato y murió en un enfrentamiento con los militantes, recibió de forma póstuma el título de Héroe de la Federación de Rusia.
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