La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación envió una nueva variante de su cazabombardero JH-7A a la competencia Aviadarts en Rusia, según militares chinos. Sin embargo, los expertos han tenido dificultades para averiguar cuáles son las nuevas mejoras o por qué se hicieron.
Según un informe de Xinhua del 6 de agosto, una nueva variante del Xian JH-7A, apodado el JH-7AII, fue enviado a principios de agosto a la competición de los Juegos Internacionales Army 2019. Estos se celebran anualmente cerca de Moscú, con decenas de países participantes y sus respectivos equipos.
Sin embargo, no hay detalles sobre las novedades del JH-7AII. Se nota que no hay diferencias en la apariencia de la aeronave, lo que dejó a los expertos perplejos respecto a los cambios hechos.
"Aunque el diseño aerodinámico del JH-7AII no parece variar mucho del JH-7A, los sistemas internos del avión podrían haber sido mejorados", dijo Wei Dongxu, un analista militar de Pekín al medio Global Times.
Señaló que "el JH-7AII podría estar equipado con un sistema de radar y aviónica más avanzado, lo que mejoraría su rendimiento de vuelo".
La revista Jane's Defence Weekly escribió que en 2013 aparecieron los rumores de un JH-7B que incluía capacidades de reabastecimiento de combustible en vuelo y mejores motores y radares. Sin embargo, el JH-7B resultó ser un rumor.
Asimismo Global Times afirmó que otros observadores militares habían señalado que "no había mucho espacio para mejorar la serie JH-7" y que algunos habían sugerido que China retiraría pronto a los JH-7, especialmente desde que se introdujo el Shenyang J-16 en 2013.
Caza bombardero JH-7A
La cuarta generación del JH-7 fue presentada por primera vez en 1988, sin embargo entró en servicio solo en 2004 con el JH-7A mejorado.
Las versiones de guerra naval son quizás las más potentes. Aunque, con 22 metros de largo, el avión es demasiado grande para aterrizar en un portaviones, no hay que subestimar el peligro que representa para las fuerzas navales enemigas. Con un alcance de combate de 1.300 kilómetros o hasta 1.800 kilómetros con tanques de combustible externos, el JH-7A puede llegar muy lejos en el mar. Así un vuelo desde Hainan podría cruzar el mar de China Meridional, y un avión que vuele hacia el este desde Xiamen podría llegar a la mitad del camino a Guam. Tiene una velocidad máxima de Mach 1,75.
El JH-7A está equipado con los mejores proyectiles antibuque de largo alcance, que transportan hasta cuatro misiles de alcance de más de 160 kilómetros y una búsqueda activa durante su fase terminal.
Además, el radar doppler de pulsos le ayuda a volar a baja altitud sobre la tierra o el mar, lo que beneficia su capacidad para acercarse y atacar a las flotas navales. Eso lo convierte en un peligro real.
Además, el Ejército chino usa cápsulas de interferencia KG600 en los JH-7A, que suprimen un poco su campo de tiro, pero también hacen imposible que las naves o aeronaves enemigas puedan discernir lo que se avecina. Otro método común de ataque es combinar las cápsulas de interferencia con misiles antirradiación, que se instalan en radares activos a una distancia de hasta 100 kilómetros. Un radar enemigo que aumente la potencia para intentar mirar a través del ruido de la cápsula de interferencia podría convertirse accidentalmente en un excelente objetivo para un piloto de JH-7A.
Si alguna de estas capacidades ha sido mejorada en el JH-7AII, eso justificaría su uso continuado en la fuerza aérea. China tiene entre 215 y 240 JH-7A en servicio hoy en día.
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