El secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Frank Kendall, ha dicho este martes que Washington y Pekín están involucrados en una carrera armamentística para desarrollar las armas hipersónicas más letales, mientras construyen y prueban más armas de alta velocidad de próxima generación.
“Aquí hay una carrera de armamentos, no necesariamente para un mayor número, sino para una mayor calidad. Es una carrera armamentista que se viene desarrollando desde hace bastante tiempo. Los chinos lo han hecho de forma muy agresiva”, afirmó.
En una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters, Kendall ha señalado que, si bien el Ejército estadounidense ha concentrado fondos en Irak y Afganistán, ha quitado el ojo al desarrollo de armas hipersónicas. “Esto no significa que no hayamos hecho nada, pero no hemos hecho lo suficiente”, agrega.
A medida que el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) ingresa al ciclo presupuestario anual de 2023, Kendall espera recaudar fondos con el retiro de sistemas más antiguos y costosos de mantener a favor de nuevos sistemas, incluidos los programas de desarrollo de armas hipersónicas.
“Amo [avión de combate] el A-10. El C-130 es un gran avión que ha sido muy capaz y muy efectivo para muchas misiones. Los [drones] MQ-9 han sido muy efectivos para la lucha contra el terrorismo, etc. Siguen siendo útiles, pero ninguna de estas cosas asusta a China”, subraya el militar estadounidense.
Las armas hipersónicas viajan en la atmósfera superior y a velocidades de más de cinco veces de la velocidad del sonido, o alrededor de 6200 km/h.
Durante mucho tiempo los expertos han estado hablando sobre la rápida modernización militar de China, a la que se refieren como “una potencia en ascenso”, pero esto quizás ya es anticuado. El gigante asiático no es una potencia en ascenso; ya ha ascendido, y de muchas formas ahora presenta un desafío para Estados Unidos en varios dominios militares.
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