"En términos generales, Rusia tiene buenas relaciones con los países de Asia Central. Por ende, es necesario que Moscú monitoree la situación en Afganistán, no solo para su seguridad doméstica, sino también para la defensa de sus aliados", comentó el presidente de la consultora Second Floor Strategies de Washington.
En cuanto al reconocimiento del Gobierno del movimiento islamista Talibán, que está bajo sanciones de Naciones Unidas por actividad terrorista, Putin manifestó que Moscú trabaja con la comunidad internacional al respecto.
"No puede menos que preocupar la probabilidad de la penetración de elementos extremistas", advirtió el mandatario durante la rueda de prensa anual que ofreció este jueves
El presidente ruso pidió que se parta de la realidad, "confiando en que las fuerzas que se vieron a la cabeza del país procuren garantizar la representación de todos los grupos étnicos en la cúpula dirigente".
"Pues solo así, a mi juicio, se podrá estabilizar a Afganistán", afirmó Putin.
Dilema
Sánchez explicó que, "por un lado, no es posible reconocer a un movimiento terrorista que ahora controla el país, pero por otro lado, debe haber algún tipo de interacción diplomática con los talibanes para poder entender su objetivos y para que Afganistán no se convierta, una vez mas, una cuna para el terrorismo internacional".
Esta postura es común en la comunidad internacional, pues los países no saben cómo reaccionar todavía al retorno de los talibanes en el poder.
Según este experto, los gobiernos de países del Asia Central, como Kazajistán, Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán, ya se han reunido con los representantes talibanes en una exploración del diálogo que pueden mantener.
"Tayikistán es el único gobierno regional que aún se resiste a conversar con los talibanes", observó el analista.
Este país, junto con Turkemistán y Uzbekistán, bordean directamente a Afganistán, así que para estas naciones "es importantísimo encontrar un balance en ver cómo interactúan con los talibanes, debido a obvios problemas de seguridad", refirió Sánchez.
El especialista en defensa y geopolítica puso de relieve que Rusia "ha sufrido mucho debido al terrorismo".
"La presencia militar soviética en Afganistán durante la década de los 70 es bien conocida, entonces es entendible que Moscú no busca crear una confrontación con los talibanes", ponderó.
En octubre, el Gobierno ruso organizó una conferencia con representantes talibanes y otras facciones.
"Esta estrategia es la adecuada: no hay prisa para reconocer a los talibanes, al menos por el momento, y a la vez, es necesario establecer algún tipo de diálogo, cuan simbólico sea, para entender las aspiraciones y objetivos de los nuevos gobernantes de Afganistán", señaló Sánchez.
El analista recordó que durante la rueda de prensa, Putin mencionó que una preocupación era que los extremistas radicales utilizaran a Afganistán para expandir sus operaciones por Asia Central.
Durante la conferencia, el presidente ruso también llamó a desbloquear los activos monetarios de Afganistán que se encuentran en los bancos extranjeros para evitar el hambre y otras consecuencias desagradables.
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