Rusia completó oficialmente el jueves las pruebas del dron suicida KYB que se utilizó con éxito para atacar objetivos “terroristas” en la provincia siria de Idlib, según informes de las agencias de noticias estatales RIA Novosti y Russia Today (RT).
El dron KYB fue diseñado y desarrollado por la compañía ZALA Aero, uno de los principales fabricantes de sistemas aéreos no tripulados y subsidiaria del Grupo Kalashnikov de Rusia. Un vídeo en el sitio web de la compañía muestra que el dron se autodestruye cuando golpea el blanco determinado, de ahí el apodo de dron ‘kamikaze’. Este aparato fue presentado en 2019.
Una fuente anónima en el Ministerio de Defensa ruso, citada por RIA Novosti, aseveró que el dron KYB había pasado con éxito las pruebas y agregó que las Fuerzas Armadas rusas recibirían su primer lote de estos drones en 2022.
Russia Today indicó que sus propias fuentes habían afirmado que “el dron fue usado por el Ejército ruso para atacar sitios de los terroristas en el norte de Siria”.
Desde el comienzo de la crisis siria en 2011, Rusia ha prestado todo tipo de apoyo al Gobierno sirio. En marzo de 2015, Moscú comenzó, además, a solicitud de Damasco, una intensa campaña aérea contra las posiciones de los grupos terroristas como Daesh o el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath al-Sham).
En los últimos seis años, Rusia ha probado una serie de nuevas tecnologías de defensa en la batalla contra los terroristas en este país.
La contribución rusa a la lucha contra el terrorismo en Siria ha dado resultados muy provechosos, pues tras varios años de conflicto, el Ejército de Damasco ya controla más del 90 % del suelo sirio y está a punto de alcanzar la victoria final.
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