Según revela este martes el diario Wall Street Journal (WSJ), citando a funcionarios estadounidenses y saudíes, el arsenal de interceptores de misiles utilizados para derribar armas aerotransportadas de Arabia Saudí ha caído hasta niveles peligrosamente bajos.
Esto mientras, en los últimos meses y días recientes, el número de los ataques del Ejército de Yemen y el movimiento popular Ansarolá contra Arabia Saudí se ha incrementado significativamente, tal y como reconoció un titular saudí, al informar que el reino árabe fue atacado 29 veces en noviembre y 25 veces en octubre con aviones no tripulados (drones).
Ante tal situación, el Gobierno saudí está pidiendo urgentemente a Estados Unidos, Europa y sus aliados regionales apoyo para reabastecerse de armas, informa el medio norteamericano que, según sus fuentes, los funcionarios estadounidenses parecieran dispuestos a aprobar formalmente la solicitud saudí para proporcionarle cientos sistemas de defensa antimisiles Patriot.
“Estados Unidos está totalmente comprometido con apoyar la defensa territorial de Arabia Saudí, incluso contra misiles y drones lanzados por milicianos hutíes”, aseguró un alto funcionario norteamericano en un comunicado, citado por el diario.
De acuerdo con WSJ, Washington está obligado a ayudar al reino rico en petróleo, debido a que EE.UU. lidia con el aumento de los precios de petróleo, especialmente después de que la compañía petrolera saudí Aramco fuera atacada varias veces por drones yemeníes, causando, en algunos casos, el corte de producción.
Sin embargo, incluso equipado con todos los interceptores, Arabia Saudí sigue siendo vulnerable, porque los Patriot están diseñados para contrarrestar misiles balísticos, no pequeños drones, explica el medio.
Desde el inicio de los ataques saudíes al territorio yemení, en marzo de 2015, el reino árabe cuenta con el apoyo armamentístico, logístico y político de EE.UU. En este sentido, congresistas estadounidenses denunciaron el viernes la complicidad de EE.UU. en la agresión de Riad y sus aliados contra la nación yemení.
Además, Abdulmalik al-Ayri, miembro del equipo negociador del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, indicó en septiembre que “sin el apoyo de Estados Unidos, la guerra de Yemen habría terminado en su primer año”.
A pesar de la agresión y el bloqueo impuestos por Riad y sus aliados, el Ejército yemení ha podido resistir y desarrollar sus capacidades militares de manera que tiene entre la espada y la pared a la coalición agresora saudí, al golpear objetivos militares y vitales en el mismo corazón del reino árabe.
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