"En la provincia de Jersón debe haber una base militar de Rusia. Lo pediremos y en eso está interesado toda la población. Esto, ante todo, es vital y se convertirá en el garante de la seguridad de la región y sus habitantes", dijo Stremoúsov a Sputnik.
Según el oficial, son las fuerzas rusas que hoy en día protegen la provincia de ataques de los nacionalistas ucranianos.
"El Ejército ruso se ha convertido en el garante de la paz y la seguridad de nuestra región", concluyó.
Stremoúsov también reiteró que la provincia no busca convertirse en una república independiente, sino incorporarse a Rusia.
No obstante, continuó, hasta ahora no se planea celebrar el referéndum correspondiente dado que sus resultados de ninguna manera serán reconocidos por los países occidentales.
En primer lugar, se necesita restablecer una vida pacífica en la región, lograr cierta estabilidad, reconstruir el sector social y económico, destacó.
"De acuerdo con nuestro plan para integrarse en la Federación de Rusia, antes de finales del año debemos completar el proceso de transición a todos los estándares de la legislación rusa, y solo entonces podremos decidir con un referéndum y nuestro estatus futuro", explicó el funcionario.
Las autoridades de la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, anunciaron recientemente su intención de pedir a Rusia la adhesión.
El 12 de mayo, el jefe de la administración militar civil de Jersón, Vladímir Saldo, anunció que la provincia será transformada en futuro en una región rusa.
El Kremlin, por su parte, defendió el derecho de los residentes de Jersón, donde ya entró en vigor el rublo paralelamente a la grivna ucraniana, a la autodeterminación y la posible incorporación de la región a Rusia.
Los militares rusos que iniciaron una operación especial para "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania el pasado 24 de febrero, tomaron el control de la provincia de Jersón a mediados de marzo pasado.
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