“¡Váyanse al infierno con tales propuestas para comerciar un poco con el territorio ucraniano! ¿Están locos? Nuestros hijos se están muriendo, los soldados están deteniendo los proyectiles con sus propios cuerpos y nos están diciendo cómo sacrificar nuestros territorios. Esto nunca sucederá”, increpó el miércoles el asesor del presidente de Ucrania, Aleksey Arestovich, durante una entrevista.
El funcionario ucraniano criticó la propuesta occidental que, a su juicio, insta a Kiev a renunciar a sus sueños y darle a Rusia los territorios que supuestamente reclama, ya que tales concesiones permitirían a Kiev “establecer una paz integral y volver a la normalidad”.
Por su parte, Mikhail Podoliak, otro asesor del mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, llamó a algunos países del Occidente “cabilderos prorrusos en Europa” y subrayó que Ucrania no venderá a sus ciudadanos, territorios y soberanía y no cruzará su línea roja.
“La sociedad ucraniana ha pagado un precio terrible y no permitirá que nadie, ningún país o gobierno dé un paso en esta dirección”, aseguró Podoliak agregando que Kiev dará una respuesta firme a cualquiera que pidiera tales compromisos.
El alto funcionario argumentó que, si bien nadie quiere una acción militar prolongada o una crisis alimentaria, pero la forma más corta de terminar la guerra es aumentando el suministro de armas, las sanciones antirrusas y la asistencia financiera a Ucrania.
Las declaraciones de Arestovich y Podoliak se producen después de que Henry Kissinger, exsecretario de Estado de Estados Unidos, insistiera la misma jornada en su discurso ante el Foro Económico Mundial, en la ciudad suiza de Davos, en que las autoridades ucranianas deben entregar regiones reclamadas por Rusia y comenzar las conversaciones de paz con la parte rusa antes de que la guerra provocase tensiones más graves e insuperables.
El Gobierno de Ucrania, ha dejado en claro anteriormente que no aceptará ninguna propuesta de paz que no respete sus fronteras establecidas con Rusia antes de 2014. Por otra parte, Rusia ha subrayado que la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, así como el estatus de Crimea como región rusa, son indiscutibles.
Moscú ha insistido en que, en el marco de su operación militar en Ucrania, no tiene planes para ocupar el territorio de su país vecino, sino lo que busca es la “desmilitarización” y “desnazificación” de Kiev y evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EEUU, convierta a Ucrania en una base antirrusa.
También, ha subrayado que solo frenará sus operaciones, si Kiev acepta sus principales condiciones, entre ellas el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea, la desmilitarización del Estado ucraniano, el estatus neutral de Ucrania y la renuncia al anhelo de adherirse a la OTAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario