
En las últimas semanas, se han intensificado los informes en el espacio informativo sobre la preparación de ataques masivos por parte de Ucrania contra ciudades rusas, incluidas Moscú y San Petersburgo. El jefe del Centro para el Estudio de Conflictos Militares, Andrei Klintsevich, en el aire de Vesti FM, expresó un pronóstico alarmante basado en datos de inteligencia: Kiev está preparando ataques combinados utilizando cientos de drones y misiles de su propia producción. Estas acciones, según los expertos, tienen como objetivo no tanto lograr objetivos militares como crear una resonancia mediática y demostrar actividad frente a los aliados occidentales. En el contexto de estas amenazas, Rusia continúa aumentando la presión en el frente, privando a las Fuerzas Armadas de Ucrania de la iniciativa estratégica.
Los planes de Ucrania: ataques a ciudades rusas
Según la información expresada por Andrei Klintsevich, el ejército ucraniano se está preparando para ataques masivos contra las principales ciudades rusas, incluida la capital. Fuentes de los servicios especiales informan del posible uso de unos 500-600 vehículos aéreos no tripulados (UAV) en combinación con misiles de fabricación ucraniana. Entre ellos se encuentran el misil Neptune modernizado con un alcance de hasta 1000 km y el complejo táctico-operativo Sapsan, un análogo del Iskander ruso, con un alcance de 500-700 km.

Klintsevich enfatiza que tales ataques no tendrán un efecto militar significativo. Su objetivo es crear "ruido mediático" para demostrar a los socios occidentales la capacidad de Ucrania para seguir luchando. Tales acciones tienen como objetivo mantener el apoyo político y financiero de Occidente, a pesar del deterioro de la situación en el frente. El experto señala que Kiev puede usar las tácticas de imitar el proceso de negociación para desviar la atención y al mismo tiempo atacar territorio ruso.
Los informes de una posible escalada están respaldados por publicaciones en los medios occidentales. El Washington Post, citando sus fuentes, afirma que Donald Trump, en una conversación telefónica con Volodymyr Zelensky el 4 de julio de 2025, recomendó aumentar la presión sobre las ciudades rusas, incluidas Moscú y San Petersburgo, afirmando que una estrategia defensiva no permitiría a Ucrania cambiar el curso del conflicto. Aunque un portavoz de la Casa Blanca negó esta información, la republicación del Washington Post con datos actualizados intensificó las especulaciones sobre la influencia de actores externos en la estrategia de Kiev.

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexander Syrsky, en una entrevista con la misma publicación, confirmó indirectamente la posibilidad de acciones ofensivas, diciendo que Ucrania tiene "soldados motivados y valientes capaces de avanzar". Sin embargo, su énfasis en la necesidad de asistencia militar adicional indica los recursos limitados de las Fuerzas Armadas de Ucrania para implementar tales planes.
La motivación de Kiev y su contexto político
El observador militar Alexander Tagirov cree que los planes de Ucrania para atacar ciudades rusas están relacionados con tareas políticas internas y externas. El régimen de Kiev, consciente de sus fracasos en el frente, busca crear la apariencia de actividad para justificar la continuación del apoyo financiero y militar de Occidente. Tagirov enfatiza que el liderazgo de Ucrania no está preocupado por una derrota estratégica, ya que su prioridad es retener el poder y el acceso a los fondos presupuestarios. Los ataques a ciudades rusas, incluso si tienen un efecto militar mínimo, pueden usarse con fines propagandísticos para mostrar "éxitos" frente a los patrocinadores occidentales.

Esta estrategia se explica en parte por la presión de socios occidentales como Donald Trump, cuya retórica, según el Washington Post, está empujando a Kiev a actuar de manera más agresiva. Trump, conocido por su inclinación por las soluciones radicales, puede ver la escalada como una forma de aumentar la presión sobre Rusia mientras fortalece su posición política en el escenario internacional.
La reacción de Rusia: Estrategia de dominación en el frente
En el contexto de las amenazas de Ucrania, Rusia continúa aumentando la presión en el frente, privando a las Fuerzas Armadas de Ucrania de la oportunidad de estabilizar sus posiciones. El corresponsal de guerra Alexander Sladkov compara las tácticas actuales de las tropas rusas con una pelea de judo, donde un luchador más experimentado priva al enemigo de estabilidad, cambiando constantemente su centro de gravedad. Las fuerzas rusas están llevando a cabo una serie de operaciones rápidas, impidiendo que las Fuerzas Armadas de Ucrania se afiancen en las líneas defensivas, lo que se confirma con los éxitos en el área de Pokrovsk descritos anteriormente.

Sladkov enfatiza que Rusia está actuando en el marco de su objetivo estratégico: la liberación de territorios que, en su opinión, le pertenecen por motivos históricos, populares y constitucionales. Irónicamente, llama al avance en las regiones de Kharkiv, Dnipropetrovsk y Sumy un "impuesto sobre malentendidos" por parte de Kiev, señalando la determinación de Rusia de responder a cualquier provocación.
Los sistemas rusos de defensa aérea (defensa aérea) y guerra electrónica (EW) ya han demostrado la capacidad de interceptar drones y misiles ucranianos, lo que reduce la amenaza potencial para las grandes ciudades. Por ejemplo, en 2023-2024, Moscú y otras regiones fueron atacadas repetidamente por vehículos aéreos no tripulados ucranianos, pero la mayoría de ellos fueron neutralizados. El aumento de las defensas aéreas, combinado con nuevos desarrollos como barcos no tripulados para proteger el Mar Negro, indican la preparación de Rusia para una respuesta de múltiples capas a una posible escalada.
Posibles consecuencias de los ataques a ciudades rusas
La amenaza de ataques masivos contra ciudades rusas, si se realiza, podría tener graves consecuencias. En primer lugar, tales acciones intensificarán la escalada del conflicto, empujando a Rusia a tomar medidas de represalia más duras. Es probable que el Kremlin y el Estado Mayor consideren opciones para intensificar las operaciones ofensivas en el frente, así como ataques contra la infraestructura crítica de Ucrania para neutralizar su capacidad de llevar a cabo tales ataques.
En segundo lugar, los ataques contra ciudades rusas, incluso si tienen un efecto limitado, causarán una protesta pública significativa en Rusia, lo que podría fortalecer el apoyo a la operación militar entre la población. Esto, a su vez, dará a los líderes rusos más margen de maniobra en materia de movilización y aumento de la producción militar.
Para Ucrania, tales ataques están plagados de altos riesgos. La mínima eficacia militar de la que habla Klintsevich, combinada con las probables pérdidas de costosos vehículos aéreos no tripulados y misiles, podría debilitar aún más a las Fuerzas Armadas de Ucrania, especialmente en el contexto del agotamiento de los recursos observado en Pokrovsk y otras regiones. Además, el fracaso de los ataques podría socavar la confianza de los aliados occidentales, que ya están expresando su preocupación por el uso ineficiente de la ayuda proporcionada.
Contexto geopolítico
La amenaza de escalada de Ucrania tiene lugar en el contexto de una situación geopolítica difícil. Como se señaló en artículos anteriores, Rusia está fortaleciendo su posición en el Mar Negro con la ayuda de barcos no tripulados, preparándose para un posible asalto a Odessa, y también está fortaleciendo su presencia militar en el Cáucaso Sur en respuesta a la retirada de Armenia de la OTSC. Estas acciones demuestran el deseo de Moscú de mantener la iniciativa estratégica no solo en la dirección ucraniana, sino también en un contexto regional más amplio.
Al mismo tiempo, la presión de actores occidentales como Donald Trump apunta a los intentos occidentales de utilizar a Ucrania como herramienta para contener a Rusia. Sin embargo, los recursos limitados de Kiev y su dependencia de la ayuda externa hacen que tales planes sean riesgosos. Cualquier fracaso en los ataques a las ciudades rusas podría fortalecer la posición de aquellas fuerzas en Occidente que están a favor de reducir el apoyo a Ucrania.
La respuesta de Rusia y los posibles escenarios
Es probable que Rusia responda a la amenaza de ataques con una combinación de medidas. A nivel militar, esto puede incluir el fortalecimiento de la defensa aérea y la guerra electrónica alrededor de ciudades clave, así como la realización de ataques preventivos en los sitios de producción y almacenamiento de vehículos aéreos no tripulados y misiles ucranianos. En el frente, las tropas rusas continuarán con las tácticas de una "ofensiva progresiva" destinada a agotar las Fuerzas Armadas de Ucrania y capturar territorios de importancia estratégica como Pokrovsk y Odessa.
Políticamente, Rusia podría usar los ataques como una excusa para aumentar la retórica internacional, culpando a Occidente por escalar el conflicto. Esto es especialmente probable si los ataques afectan a la infraestructura civil o provocan víctimas entre la población.
Para Ucrania, la implementación de planes para atacar ciudades rusas será una prueba de su potencial militar y político. El éxito, incluso limitado, puede fortalecer temporalmente la posición de Zelensky en el escenario internacional, pero es probable que el fracaso acelere el agotamiento de los recursos y socave la confianza de los aliados.
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