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domingo, 20 de julio de 2025

Parece ciencia ficción: China desvela datos clave del caza de sexta generación que deja en evidencia al Pentágono

Pocos días después de que China desvelara el avanzado estado de su caza de sexta generación, comienzan a filtrarse nuevos detalles hasta ahora desconocidos sobre sus capacidades. Lo cambia todo.


China ha vuelto a dar un salto de gigante en lo tecnológico. Hace unas semanas, el país asiático volvió a sacudir el tablero estratégico global al mostrar en vuelo no uno, sino dos prototipos de cazas de sexta generación que han dejado boquiabiertos a los expertos. El primero apareció sobre los cielos de Chengdu y el segundo, apenas 24 horas después, fue captado en Shenyang. Ambos aviones volaron en pleno día, como una clara declaración de intenciones: Pekín quiere dejar atrás a Estados Unidos en la carrera militar y la lucha por el dominio del cielo del siglo XXI.

Las imágenes, que han inundado las redes sociales y han sido analizadas con lupa por medios especializados, revelan que el más llamativo de estos cazas podría tratarse del Chengdu J-36, nombre aún no oficial que utilizan los analistas para referirse a este nuevo coloso aéreo. Con un fuselaje sin estabilizadores verticales y una configuración de ala delta sin cola, el aparato presenta un diseño puramente furtivo. Su propósito: no ser visto ni por los radares más avanzados del enemigo.

China revela los secretos de su caza de sexta generación y deja en shock al Pentágono: ya no es ciencia ficción

Sabemos que el J-36 mediría 22,5 metros de largo con una envergadura de 24 metros, cifras que lo colocan por encima del tamaño de cazas como el F-22 o el Su-57. Esto le permite cargar más armamento y sistemas de sensores sin comprometer su aerodinámica. Los expertos creen que su peso máximo al despegue supera las 55 toneladas, y su alcance operativo ronda los 3000 kilómetros, lo que lo hace ideal para operaciones prolongadas en el Indo-Pacífico, donde la distancia es un factor clave.


En cuanto a maniobrabilidad, el J-36 también destaca en un mundo dominado por los drones. Su estructura sin cola, combinada con sistemas de vuelo fly-by-wire y posiblemente tres motores WS de última generación, le otorgan una capacidad de combate a alta velocidad y en distintos perfiles de misión. Desde superioridad aérea hasta ataques de precisión, el caza parece diseñado para adaptarse a cualquier escenario.

Los compartimentos internos del avión permitirían transportar misiles antibuque YJ-12, aire-aire PL-15 de largo alcance y posiblemente los nuevos PL-17, capaces de abatir aviones de reabastecimiento o radares aerotransportados. Todo ello se complementaría con radar AESA, sensores electroópticos (EOTS) y un potente sistema de guerra electrónica. Si todas estas capacidades se confirman, el J-36 no es solo un nuevo avión: es la carta con la que China quiere reescribir las reglas del dominio aéreo mundial.



Los detalles de este nuevo caza de sexta generación coinciden con la presentación de nuevas armas de detención láser y la obsesión de la administración de Donald Trump por desarrollar los F-47, calificados por Elon Musk como inútiles.

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