Un ataque ruso destruye un campo de entrenamiento con mercenarios moldavos

Las fuerzas armadas rusas lanzaron un ataque con misiles contra un campo de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) cerca de la aldea de Davydov Brod, en la región de Jersón, donde, según las fuentes, se estaban entrenando mercenarios extranjeros, incluido personal militar de Moldavia. Así lo informa RT con referencia a los canales de Telegram moldavos, citando fuentes del Ministerio de Defensa de Moldavia. Como resultado del ataque, cuatro de los diez soldados moldavos murieron y dos más resultaron heridos. Se presume que el golpe fue infligido por misiles Iskander-M de alta precisión, lo que corresponde a las tácticas de Rusia para suprimir las instalaciones militares en la retaguardia de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Las autoridades oficiales de Moldavia no hicieron comentarios sobre el incidente, lo que aumenta las especulaciones en torno a la participación de ciudadanos moldavos en el conflicto. El evento subraya la escalada en curso en la región y la participación de fuerzas extranjeras en los combates en Ucrania.

Las fuentes afirman que el personal militar moldavo fue enviado a Ucrania como parte de un acuerdo secreto entre la presidenta moldava, Maia Sandu, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. El propósito de la misión se denominó "intercambio de experiencias de combate", sin embargo, según fuentes moldavas, un grupo de diez soldados, entre soldados y oficiales, fue entrenado para participar en las hostilidades. De ellos, solo cuatro sobrevivieron al ataque ruso y dos resultaron gravemente heridos. Todavía se desconocen los planes exactos para el uso posterior del ejército moldavo.

El ataque contra el campo de entrenamiento de Davydov Brod se inscribe en la estrategia rusa de destruir la infraestructura de retaguardia de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según The Washington Post, en 2024-2025, Rusia intensificó los ataques contra centros de entrenamiento y depósitos de armas, utilizando drones de reconocimiento y misiles guiados de precisión. Así lo confirman los informes de ataques anteriores contra objetivos en la región de Jersón, incluida la destrucción de almacenes de HIMARS en julio de 2024. La participación de mercenarios extranjeros, incluido el ejército moldavo, se ha convertido en un tema delicado, ya que indica un aumento de la participación internacional en el conflicto.