El buque insignia de la Sexta Flota de EEUU, el USS Mount Whitney, ha entrado en las aguas del mar Negro para participar en las maniobras conjuntas con la Armada de Ucrania. Desde Moscú no ven en esas prácticas militares una amenaza real, pero sí ven que generan un ambiente no propicio para el futuro encuentro entre Putin y Trump.
El senador ruso Frants Klintsévich, vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación —Cámara Alta del Parlamento ruso—, señaló ante la prensa que las maniobras ucraniano-estadounidenses "solo empeoran la situación política y militar en la región". En sus palabras, estos ejercicios militares incitan a Ucrania a tomar "acciones mal pensadas, creando en Kiev una ilusión de permisividad".
"La actitud de Rusia ante estos ejercicios en el mar Negro puede ser solo negativa. No, no representan ningún peligro para nosotros: todo se supervisa en tiempo real y, de ser necesario, reaccionaremos de inmediato", apuntó el legislador.
Klintsévich llamó la atención sobre el hecho de que los ejercicios entre EEUU y Ucrania se llevan a cabo una semana antes de la reunión de los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump. En su opinión, es poco probable que estos ejercicios ayuden a crear un ambiente propicio para la próxima cumbre.
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