El mundo nuevamente al borde de la tercera guerra mundial
Cuatro cazas F-16 de la Fuerza Aérea Israelí llevaron a cabo ataques contra objetivos sirios en la provincia de Latakia. Militares rusos detectaron, además, el lanzamiento de misiles desde una fragata francesa.
Nuevamente EEUU y sus lacayos han ofendido a Rusia y a los pueblos libres del mundo con el derribo de un avión Il-20 de inteligencia de datos y control aéreo ruso.
Esta aeronave estaba realizando labores de reconocimiento cuando fue alcanzado por misiles lanzados por cazas israelíes o por una fragata francesa que estaba ubicada en el mar Mediterráneo.
Al momento de pérdida de contacto con la aeronave rusa se detectó el lanzamiento de misiles provenientes de la fragata francesa con dirección a la provincia de Latakia en Siria. En esta localidad se ubica precisamente la base aérea de las fuerzas aeroespaciales rusas.
Hasta el momento Moscú no ha señalado culpables, pero se entiende que, si ha denunciado el ataque coordinado de los gobiernos de París y Tél Aviv contra su aliado sirio en los precisos momentos en que el avión ruso sobrevolaba la misma zona objeto del ataque, se puede deducir que fue alcanzado por un misil agresor.
Y si esto de por sí ya es bastante grave, lo es aún más si fue un ataque deliberado contra la aeronave rusa disfrazado de ataque contra las fuerzas gubernamentales sirias. Y da la impresión de que exactamente así fue.
No olvidemos que la función de esta aeronave era precisamente la de detectar el lanzamiento y seguir la trayectoria de cualquier misil o aeronave que entrase o se dirigiera hacia el espacio aéreo sirio, y con más exactitud, hacia la base aérea rusa ubicada en Hmeymim, Latakia.
Este avión, y otros como él, son los ojos y los oídos de las fuerzas aeroespaciales y de defensa rusas, así como de sus aliados regionales, como lo son la misma Siria, Irán y Hezbolá.
Este es un intento de EEUU y aliados de dejar ciego, sordo y manco a Rusia, pero no podrán, porque ese avión solo es una pequeña pieza dentro de todo el puzle ruso.
Rusia cuenta con muchos otros medios que pueden realizar la función que realizaba el avión atacado.
Este es el segundo avión ruso que derriba la OTAN en Siria. Recordemos que hace dos años cazas turcos derribaron un caza ruso Su-24 con la ayuda y asesoría de la OTAN. Entonces, aviones AWACS, es decir, aviones de inteligencia de datos y control aéreo de la OTAN dirigieron el ataque contra el caza ruso. Los pilotos turcos de los cazas agresores estaban al servicio del gobierno estadounidense y fueron parte de la intentona golpista contra el presidente turco ocurrida ese mismo año; y todos sabemos que ese intento por derrocar a Tayip Erdogan por parte de algunos militares turcos fue organizado por Washington; y los pilotos turcos que derribaron el caza ruso eran parte de los líderes de ese movimiento.
Así que, nuevamente, no hay duda de que el derribo del Ilyushin Il-20 fue premeditado.
De esta manera solo falta esperar la reacción del Kremlin, pues no olvidemos que sus autoridades habían advertido que no tolerarían una nueva agresión contra sus fuerzas armadas, viniese de donde viniese, inclusive dijeron que eliminarían cualquier plataforma desde donde se lanzase la agresión. Así que solo falta por ver si Rusia hundirá la fragata francesa y atacará las instalaciones militares israelíes.
Mientras tanto, el gobierno de Tél Aviv se ha negado a comentar el incidente, declarando que ellos no están involucrados en el derribo del avión ruso.
Hasta el momento se desconoce el paradero del avión, pero se teme lo peor, pues con toda probabilidad yace debajo de las aguas del mar Mediterráneo, frente a las costas sirias, pero de un momento a otro se sabrá finalmente el destino de la aeronave y se confirmarán los peores temores.
Esta agresión viene después que las autoridades rusas, turcas, sirias e iraníes acordaran expulsar a los extremistas de la provincia de Idlib, último bastión de los radicales en territorio sirio.
Ahí se iba a crear una zona desmilitarizada, lo que significaría finalmente la derrota de los extremistas y sus patrocinadores, es decir, de EEUU, Israel y sus aliados.
Horas antes de que se conociera del derribo de la aeronave rusa, Damasco había denunciado un ataque con misiles provenientes del mar Mediterráneo. Entonces las autoridades sirias afirmaron que el ataque fue repelido con éxito por las fuerzas de defensa antiaérea sirias, pero no habían mencionado nada del ataque de la fuerza aérea israelí.
Esta vez no fue directamente una agresión estadounidense como todo mundo esperaba, pero con toda probabilidad si fue un ataque ordenado por Washington, específicamente por Donald Trump.
No olvidemos que recientemente el presidente norteamericano había advertido a Moscú y Damasco que no lo pusieran a prueba pues respondería con más fuerza que la vez pasada, y aunque no respondió con más fuerza, si respondió de manera más temeraria, poniendo al mundo al borde de una tercera guerra mundial.
Todavía no se confirma el derribo del avión ruso por medio de un misil, pero eso será solo cuestión de horas, y entonces el mundo quedará en vilo no sabiendo que esperar de esta situación. Y ojalá no suceda lo que tendría que suceder por lógica, pues todos perderíamos.
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