La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, indicó que antes de la retirada unilateral de EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán, el tráfico marítimo a través del estrecho de Ormuz se realizaba "de manera estable y tranquila".
"No había necesidad de hacer coaliciones para garantizar la seguridad [en la zona] hasta que los estadounidenses empezaron a aumentar la tensión de manera deliberada y artificial", afirmó la portavoz en referencia a la coalición internacional impulsada por EE.UU. con el objetivo de proteger las rutas de navegación en Oriente Medio.
Se trata de un "esfuerzo marítimo multinacional" llamado Operación Centinela, cuyo objetivo es "promover la estabilidad marítima, garantizar el paso seguro y reducir las tensiones en aguas internacionales" a lo largo tanto de ese golfo como del estrecho de Ormuz, el estrecho de Mandeb y el golfo de Omán.
Según el plan inicial, Washington proporcionaría buques de mando y lideraría los esfuerzos de vigilancia, mientras que sus aliados patrullarían las aguas próximas a los barcos de comando estadounidenses y escoltarían a las embarcaciones comerciales.
"Hay la sensación de que Washington simplemente esté buscando un pretexto para empeorar la situación, continuar la retórica agresiva contra Irán y pasar a una fase más activa y caliente del conflicto, justificándolo con sus cálculos políticos internos", aseguró Zajárova, calificando esta estrategia de "políticas viciosas".
Tensiones en el estrecho de Ormuz
La situación de tensión entre varios países occidentales e Irán se ha agravado luego que a principios de este julio la Marina británica y la Policía gibraltareña detuvieran en aguas del estrecho de Gibraltar un superpetrolero operado por Teherán.
El 19 de julio, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán anunciaron que habían incautado el petrolero británico Stena Impero "por ignorar las normas y reglamentos marítimos internacionales al atravesar el estrecho de Ormuz".
Más tarde, una fuente del Ministerio de Defensa británico reveló que su buque de guerra HMS Montrose había intentado impedir que los militares iraníes llevaran a cabo esa operación.
El 29 de julio se reportó la llegada a la zona del destructor HMS Duncan al golfo Pérsico para escoltar embarcaciones con bandera del Reino Unido junto con la fragata HMS Montrose.
Si bien mantener abiertas las aguas internacionales podría requerir de acciones militares, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dijo que la Administración Trump no está buscando un choque directo con Teherán. "El presidente [Trump] ha sido claro: no queremos una guerra con Irán (...) No pueden continuar desarrollando su programa de armas nucleares", subrayó.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, instó este martes al presidente estadounidense, Donald Trump, a que deje de seguir las ansias de guerra de sus aliados, y le recomendó actuar con prudencia en cuestiones de política exterior. Zarif afirmó que "el espacio para la negociación estará completamente abierto" una vez que EE.UU. levante las sanciones. A mediados de julio, Irán declaró que pese que el país persa "nunca" ha iniciado una guerra, Teherán lanzaría una repuesta "devastadora" si es atacado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario