El dirigente de Corea del Norte, Kim Jong-un, visitó el monte legendario Paektu —montado sobre un corcel blanco y en compañía de altos cargos militares, según una imagen divulgada por la agencia KCNA—, lo que podría ser el presagio de anuncios relevantes para el proceso de desnuclearización en la península.
"Ahora que […] los imperialistas y los enemigos de clase hacen intentos cada vez más frenéticos por socavar las posiciones ideológicas, revolucionarias y de clase de nuestro partido, debemos vivir y trabajar siempre en el espíritu ofensivo de Paektu ", declaró Kim, citado por KCNA.
Más temprano, este medio informó de que el Comité Central del gobernante Partido de los Trabajadores planea celebrar a finales de diciembre una reunión plenaria para "discutir y decidir sobre asuntos cruciales acorde a las necesidades del desarrollo de la revolución coreana y la situación cambiada dentro y fuera del país".
El monte Paektu, situado cerca de la frontera con China, es un elemento clave de la propaganda norcoreana. A los norcoreanos se les enseña que el fundador de la nación, Kim Il-sung, luchó allí contra las fuerzas coloniales japonesas a principios del siglo XX, y que allí nació su hijo, Kim Jong-il, aunque fuera de Corea del Norte circulan otras versiones a este respecto, según la prensa surcoreana.
Una visita de líderes norcoreanos a Paektu suele preceder la toma de decisiones importantes, según el diario Korea JoongAng Daily. En noviembre de 2013, Kim Jong-un visitó la montaña con sus ayudantes un mes antes de ejecutar a varios funcionarios de alto rango, incluido Jang Song-thaek, su tío y tutor político. Volvió a visitar la montaña en abril de 2015, justo antes de ejecutar a Hyon Yong-chol, un ex ministro de las Fuerzas Armadas. También hizo una peregrinación después de la quinta prueba nuclear de Corea del Norte en septiembre de 2016.
El viceministro de Exteriores norcoreano Ri Thae-song acusó este 3 de diciembre a EEUU de invocar el diálogo sobre la desnuclearización para ganar tiempo, estratagema que podría depararle una sorpresa a medida que se acerca el fin del año, fecha límite que Kim Jong-un marcó en abril pasado para que EEUU cambie de actitud en las negociaciones para no revertir el avance logrado.
El proceso de distensión en Corea y las negociaciones entre Pyongyang y Washington para desnuclearizar la península se han visto estancados en los últimos meses.
En mayo pasado Pyongyang reanudó las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses, y realizó desde entonces al menos 13 ensayos, el más reciente, de un lanzacohetes múltiple el 28 de noviembre.
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