El trigo sirio en el noreste del país se encuentra entre los objetivos estadounidenses. Órdenes de quemar su cosecha y los intentos turcos de saquearlo en grandes áreas geográficas, distribuidas entre los campos de Alepo, Raqqa y Hasaka, son una nueva violación al derecho internacional y una guerra sistemática para endurecer el bloqueo económico al pueblo sirio, antes de la aplicación de la llamada “ley del César”.
El fuego ha quemado más de 2500 hectáreas de los campos, poco antes de la cosecha, lo que se considera un crimen de guerra, y una violación al derecho internacional, además, constituye una amenaza grave a la seguridad alimentaria siria.
Al mismo tiempo, las fuerzas de la ocupación turca coordinan con los estadounidenses. Se apoderaron de muchos terrenos cultivados de trigo e introdujeron en los últimos días una serie de cosechadores para saquear los campos, amenazando incluso con quemarlos, con el objetivo de empobrecer a los civiles en esas áreas y obligarlos a lidiar con las fuerzas de ocupación.
En tiempos en que el Gobierno sirio trabaja para aprovechar una mayor producción de trigo, a fin de ahorrar una sección de los gastos de importación en divisas extranjeras, Turquía y EE.UU. están trabajando para intensificar la guerra económica y una guerra de hambre contra el pueblo sirio, sobre todo con el acercamiento de la aplicación de la Ley de César.
Las nuevas medidas estadounidenses y turcas han demostrado, una vez más, que la única preocupación de ambos países es debilitar a Siria, pueblo y gobierno, y no tienen nada que ver con sus supuestos lemas de democracia y libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario