Estos monstruos metálicos fueron creados para alcanzar objetivos hasta 50 kilómetros más allá de la línea del frente y hacer llover al infierno sobre la tierra con sus proyectiles de cargas atómicas.
A finales de abril, Rusia recibió su primer lote del sistema de artillería 2S7 Pion, que utiliza proyectiles de 203 mm que pueden ser cargados con ojivas nucleares.
Este sistema de armamento fue creado en particular para hacer desatar el infierno sobre la Tierra con las citadas cabezas nucleares tácticas. Y durante la era soviética tardía, se desplegaron en las fronteras occidentales del país como otra herramienta más de disuasión nuclear.
El sistema de artillería Pion utiliza los proyectiles de artillería más grandes del mundo y los envía hasta 50 kilómetros más allá de la línea del frente. Su munición incluye proyectiles con varias cargas.
Las más importantes son las de alto explosivo y las de propulsión por cohete. Las primeras pesan hasta 110 kg, portando 17,8 kg de materiales explosivos. La explosión resultante puede dejar un cráter de cinco metros en el suelo.
Las últimas pesan un poco menos: 103 kg con 13,8 kg de carga de explosivos. Y sin embargo, pueden destruir objetivos más lejanos y con mucha más precisión, en comparación con los proyectiles estándar. Esta munición de propulsión cohete fue dotada de un sistema de navegación láser a finales de la década de 1980 y, como mencionó el ex analista militar del periódico Izvestia, Dmitri Safónov, ha sufrido una serie de modificaciones para ajustarse a los estándares de las armas precisas del siglo XXI.
“Se trata de una munición que se usan sólo en disparos precisos, cuando los ejércitos necesitan eliminar centros de comando enemigos, arsenales o cualquier otra estructura militar de alta importancia. En los casos en que el comando militar sepa que se enfrenta a objetivos de alta seguridad o cualquier otra instalación subterránea, el Pion puede utilizar munición de alta penetración, o incluso nuclear, contra el hormigón”, según Safónov.
Cuándo y por qué Rusia creó el Pion
Según el editor jefe de la revista Arsenal de la Patria Viktor Murahovski, Rusia decidió “resucitar” a estas bestias metálicas en medio de la peor crisis económica debido a los recientes cambios en la doctrina militar estadounidense, que permite a Washington utilizar cargas nucleares de “baja potencia” en conflictos bélicos por todo el mundo.
“Estas cargas de ‘baja potencia’ forman parte de los arsenales nucleares tácticos. Esta tecnología armamentística se utilizó a mediados del siglo XX, pero fue abandonada después de sus ensayos militares, ya que no sólo representaban una amenaza para los objetivos enemigos, sino que también era devastadora para el ejército que las utilizase. Hoy en día, Washington ha decidido permitir que sus militares utilicen estos sistemas en conflictos en el extranjero y el mando militar de Rusia ha tenido que reaccionar a estos cambios y ha 'resucitado' algunos de sus proyectos de ‘disuasión nuclear táctica’, dice Murahovski.
Según él, los EEUU tienen un análogo al Pion. El sistema es apodado ‘Atomic Annie ' y el sistema ruso fue creado para igualar las capacidades del monstruo estadounidense en el campo de batalla.
“Lo curioso es que ninguno de estos dos sistemas se usó nunca en combate. Diez años después de su creación, los cañones Pion fueron almacenados en arsenales durante casi 20 años, hasta que se decidió actualizar el sistema y volver a ponerlo en funcionamiento para hacer frente a posibles amenazas”, señala Murahovski.
A finales de la era soviética, los ingenieros produjeron hasta 500 sistemas de artillería Pion para el ejército. Es posible que todos ellos sean modernizados en los próximos años y que pasen a engrosar las filas militares rusas.
“Los ingenieros tuvieron que reemplazar todos los engranajes oxidados, instalar nuevos mecanismos de navegación, así como nuevas unidades de suministro de energía. Los Pion modernos también tendrán nuevos sistemas de comunicación óptica y de radio”, dice Murahovski.
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