El diario estadounidense The National Interest calificó los submarinos rusos de la clase Lada como "los más peligrosos y silenciosos de todos los tiempos". Según el autor, Caleb Larson, estos sumergibles pueden ser aún más silenciosos que los nucleares.
"Quizás sea uno de los submarinos más silenciosos del mundo", señala Larson en su artículo.
La clase Lada tiene forma de lágrima, un diseño estándar que es aerodinámicamente eficiente. Cuando el casco de un submarino está más o menos libre de agujeros, abolladuras u otras características que pueden causar turbulencia en el agua y crear un ruido detectable, este se considera "limpio", explica el periodista.
El casco de la clase Lada "parece ser suave y bastante limpio", analiza.
El submarino está equipado con sistemas de guerra electrónica de nueva generación basados en las recientes soluciones de alta tecnología.
Pero lo más revolucionario, según Larson, es el sistema de propulsión. Los submarinos Lada utilizan una pila de combustible de hidrógeno y oxígeno que genera electricidad para las hélices a través de una reacción química.
Comparados con los submarinos diesel-eléctricos, los Lada son más silenciosos, porque no tienen ningún motor que emita ruido, solo una reacción química silenciosa", subraya el autor.
También puede ser más silencioso que un submarino de propulsión nuclear. Aunque los submarinos nucleares no son especialmente ruidosos, sus sistemas de refrigeración sí pueden serlo, observa.
La firma acústica del submarino Amur 950 —versión de exportación del proyecto 677 Lada— es varias veces menor en comparación con los submarinos de clase Kilo —proyecto 636 Varshavianka— que actualmente se consideran los más silenciosos del mundo, dice el artículo.
"Una simple reacción química dentro de una pila de combustible sería probablemente más silenciosa que un submarino puramente diesel-eléctrico o nuclear, una gran ventaja a la hora de jugar Marco Polo en las aguas profundas", concluye el autor.
El submarino líder del proyecto Lada es el B-585 Sankt Petersburgo que está pasando unas pruebas de explotación en la Flota del Norte de Rusia. La entrega de otros dos submarinos de la clase, el B-586 Krondshtadt y el B-587 Velikie Luki, a la Armada rusa, se prevé para los años 2020 y 2021, respectivamente.
En junio de 2019, el Ministerio de Defensa de Rusia y la empresa Admiralteiskie verfi firmaron un contrato para la construcción de otros dos (el cuarto y el quinto) submarinos del proyecto 677 Lada.
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