La Cancillería rusa advierte de que EE.UU. amenaza la estabilidad estratégica mundial al destruir mecanismos de acuerdos y límites en el campo del desarme.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, criticó el martes las declaraciones de la embajadora estadounidense en Polonia, Georgette Mosbacher, sobre un posible traslado de armas nucleares de Alemania a Polonia, advirtiendo que esa medida pone en riesgo el acuerdo entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Esto sería una violación directa del Acta Fundacional Rusia-OTAN, en la que la alianza se comprometió a no colocar ni en aquel momento ni en el futuro armas nucleares en el territorio de los nuevos miembros de la Alianza”, explicó el canciller ruso en una rueda de prensa virtual. Aunque también puso en duda que se concrete en la práctica.
Tras recordar que EE.UU. comenzó abandonando el Tratado de Defensa Antimisil y luego el de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF), Lavrov planteó la necesidad de un diálogo con Washington sobre la estabilidad estratégica y el control de armamentos.
La portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, dijo al respecto en la misma jornada que una contribución real al fortalecimiento de la seguridad europea sería, de hecho, el retorno de las ojivas estadounidenses a territorio estadounidense, y recordó que Rusia hace muchos años que dio ese paso y trasladó todas las armas nucleares a su territorio nacional.
“Esperamos que Washington y Varsovia se den cuenta del carácter peligroso de esas declaraciones, que agravan las relaciones entre Rusia y la OTAN, ya bastante deterioradas, y también ponen en peligro la base material de la seguridad europea, debilitada por los pasos unilaterales de EEUU, principalmente la retirada del [Tratado] INF”, aseguró.
Washington se retiró oficialmente en agosto de 2019 del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 entre EE.UU. y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Dicho pacto fue el primer convenio entre dos superpotencias para eliminar toda una categoría de armas nucleares, es decir, todos los misiles lanzados desde tierra con un alcance de entre 500 y 5500 km.
En medio de la escalada de tensiones entre Rusia y la OTAN, Washington refuerza su presencia militar en Europa del este, sobre todo, en los países bálticos y Polonia. Rusia ha advertido que la decisión de algunos vecinos de Rusia de albergar sistemas estratégicos fabricados en EE.UU. hace que dichos países, en caso de guerra, se conviertan en objetivos de la estrategia nuclear de Rusia.
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