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lunes, 7 de septiembre de 2020

Un vídeo muestra el rápido ensamblaje de los cazas surcoreanos de quinta generación



Corea del Sur presentó por primera vez su proyecto de un caza de quinta generación de fabricación nacional en 2016 y según afirman sus creadores, el primer prototipo podría alzar vuelo en 2022.

Aunque solo se trata de un prototipo, que estará realizando vuelos de prueba hasta 2026, según los planes de los aviadores surcoreanos, es una impresionante velocidad de desarrollo en términos de la aviación. Una muestra de ello es un vídeo del proceso de ensamblaje que han compartido los militares de Corea del Sur.

En las imágenes se puede observar que la aeronave está compuesta por tres elementos principales: la parte frontal con la cabina de piloto y las tomas de aire, la parte central con las alas integradas, y la parte trasera donde irá el correspondiente empenaje.

Korea Aerospace Industries, la compañía al frente del proyecto cuyo coste asciende a 7.400 millones de dólares, planea finalizar este primer prototipo para abril de 2021.

A juzgar por el color de los elementos ya ensamblados, en el fuselaje de la aeronave se usan de manera extensa materiales compuestos. Estos ofrecen una multitud de ventajas, que incluyen una menor radio-detectabilidad, menor peso combinado con una mayor robustez, así como una mejor aerodinámica.

Al igual que sus competidores de China —el FC-31— y de Turquía —TF-X—, el KF-X tiene una configuración general que se asemeja mucho a los cazas de quinta generación estadounidenses F-22 Raptor y el F-35 Lightning II.

Según los diseñadores de la aeronave, su velocidad máxima tendría que llegar a los 2.200 km/h, con un alcance máximo de 2.900 km y una capacidad de carga total de 7,7 toneladas. Para tener semejantes prestaciones, la aeronave estará equipada con una versión especial de los motores GE Aviation F414, con un empuje de unos 100 kilonewtons. De hecho, la misma planta motriz propulsa a los cazas JAS 39E/F Gripen y a los F/A-18E/F Super Hornet.

Al mismo tiempo, el KF-X también destaca en ciertos aspectos en comparación con otros cazas de quinta generación. Así, no estará portando su armamento dentro de un compartimento interno. En lugar de ello, sus misiles estarán medio escondidos en su fuselaje, de un modo similar a como se montan los misiles en el MiG-31 o en el F-14. Con ello, se contempla la posibilidad de integrar unos compartimentos internos con futuras actualizaciones del diseño.

En cuanto al armamento, el KF-X estará dotado con los misiles Meteor para el combate de largo alcance, y los IRIS-T para distancias más cortas. En el caso de que se vea en medio de un combate cerrado, también contará con el cañón Vulcan de 20mm.

Aparte del armamento para el combate aéreo, el caza surcoreano también podrá portar todo un abanico de armas para ataques terrestres. No obstante, cabe destacar, que visto el hecho de que el caza portará su armamento sobre pilones externos, este debería tener unas características de furtividad reducidas. Según destaca el medio The Drive, la decisión de optar por esta configuración podría deberse al deseo de disminuir los riesgos en unas etapas de desarrollo tan tempranas.

En el caso de que todo vaya acorde a los planes, Seúl planea adquirir los primeros KF-X ya en 2024, incluso antes de que finalicen las pruebas de vuelo, con la esperanza de recibir las primeras unidades en 2026. En total serían unas 120 unidades las que se adquirirán con el fin de reemplazar las flotas existentes de los F-4E Phantom y F-5E/F Tiger II antes del año 2032.

Por su parte, Korean Aerospace Industries espera poder vender más de 350 unidades del caza de fabricación nacional, pero en este aspecto la compañía podría enfrentarse a serios problemas. Y es que el avión cuenta con tecnologías de fabricación extranjero, incluidas las de EEUU. Ello significa, que el país norteamericano podría ser el que decida a qué socios internacionales podrían venderse estos cazas.

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