Al ser preguntado “¿qué tan preocupante es la reciente asociación entre China e Irán?”, el mandatario demócrata de Estados Unidos, Joe Biden, respondió el domingo a los periodistas que estaba “preocupado por eso durante años”.
Irán y China firmaron el sábado un plan integral de cooperación por 25 años que incluye la colaboración bilateral de los países en muchos sectores incluido político, económico y cultural.
Los dos países, blancos de embargos unilaterales de Estados Unidos, mantienen cooperaciones en distintos ámbitos, como el económico, el comercial y el energético, en el marco del derecho internacional y en función del respeto y los intereses mutuos.
Este último pacto, que contiene “cláusulas políticas, estratégicas y económicas”, fue firmado con ocasión del 50.º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Teherán y Pekín, conforme a la Cancillería iraní.
Entretanto, varios informes ya indicaron que este pacto y las cooperaciones que los dos socios mantienen incluso a nivel internacional, han puesto en alerta a Estados Unidos que ha visto desafiados sus intereses ante la creciente influencia del gigante asiático en el mundo, así como la resistencia de Irán ante su campaña de presión.
A su vez, el portal estadounidense Bloomberg destacó el sábado que la alianza Pekín-Teherán debilitaría las políticas de presión del Gobierno de Estados Unidos contra el gigante asiático y supondría un desafío para la Administración estadounidense “en su intento de reunir aliados contra China”.
Bloomberg subrayó también que los lazos económicos más profundos con China permitirían a Irán fortalecer su economía y resistir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
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