La Royal Navy de Gran Bretaña se enfrenta a graves problemas y, por ello, el Ministerio de Defensa del país ha decidido abandonar la tradición centenaria de publicar datos sobre el tiempo que pasan los buques de guerra en el mar. Para reemplazar estas estadísticas, el departamento está introduciendo el indicador "días de disponibilidad operativa", que es menos específico y no proporciona una imagen completa del estado de la flota.
Los ejemplos del portaaviones Queen Elizabeth, que no pudo participar en los ejercicios de la OTAN debido a un acoplamiento defectuoso del eje de la hélice y fue enviado a Escocia para su reparación, y su barco gemelo Prince of Wales, que a menudo está atracado, demuestran el deterioro de activos de flota.
Los problemas técnicos con los portaaviones no pasan desapercibidos, a pesar de los intentos del Ministerio de Defensa del Reino Unido de ocultar información. Esto provoca descontento tanto entre el público, como entre los políticos. En el Parlamento surgieron preguntas sobre la vida útil de estos barcos y su funcionamiento posterior, a lo que el departamento aseguró que no había amenaza de pérdida de portaaviones, y su desmantelamiento estaba previsto solo para 2069, sin embargo, dadas las averías actuales, esto parece poco probable, de lo que se burlaron los comentaristas de los medios británicos.
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