
Según un comunicado publicado por la Corporación Aeronáutica Unida (UAC), en coordinación con Rostec, se ha entregado al Ministerio de Defensa ruso un nuevo lote de cazabombarderos Su-34. Esta entrega forma parte del Programa Estatal de Armamento en curso y refleja el objetivo de las autoridades de mantener un flujo constante de nuevas aeronaves a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS).
Esta última entrega se suma a varios lotes ya transferidos a principios de año, lo que confirma que la industria aeronáutica rusa ha aumentado su ritmo de producción a pesar de la presión económica y las restricciones derivadas de las sanciones internacionales.
El avión completó todas las pruebas en tierra y en vuelo antes de ser transferido oficialmente a las tripulaciones. Un piloto del VKS destacó la capacidad del Su-34 para realizar una amplia gama de misiones, diurnas y nocturnas, en todas las condiciones climáticas, con diferentes tipos de armamento. Esta versatilidad lo convierte en un activo fundamental para las operaciones aéreas rusas.
La UAC describió el mes en curso como un récord en cuanto al número de aeronaves entregadas, lo que indica que el ritmo de producción se mantiene, e incluso se refuerza. Según anuncios oficiales, Rusia entrega varios lotes cada trimestre, lo que sugiere una producción anual de varias decenas de aeronaves, destinadas tanto a compensar pérdidas operativas como a reforzar las unidades existentes.
Rusia se encuentra bajo presión para mantener sus operaciones mientras enfrenta sanciones y dificultades para obtener ciertos componentes. Las restricciones occidentales han complicado el acceso a electrónica y materiales avanzados, obligando a Moscú a recurrir a alternativas nacionales y nuevos canales de suministro. Sin embargo, UAC insiste en que la producción no se ha ralentizado.
Vadim Badekha, director ejecutivo de la compañía, declaró que la producción incluso alcanzó niveles récord este mes, con más aviones entregados a las Fuerzas Aerotransportadas que en cualquier otro momento de los últimos años. Los funcionarios de Rostec describen estas entregas en serie «rítmicas» como parte de una estrategia para demostrar resiliencia y continuidad. Para el Kremlin, mantener este ritmo va más allá del mero suministro a la primera línea.
También es una señal política, tanto para el público ruso como para los observadores extranjeros, de que la industria de defensa sigue funcionando a pesar de las restricciones externas.
El Su-34, designado «Fullback» por la OTAN, es un bimotor derivado del Su-27 Flanker y desarrollado para sustituir al Su-24. Está equipado con una cabina blindada de titanio con capacidad para dos tripulantes, uno junto al otro, lo que mejora la protección y la ergonomía durante misiones largas. Impulsado por dos motores turbofán AL-31F, puede alcanzar velocidades de Mach 1,8 con un alcance de 4.000 kilómetros y cuenta con capacidad de reabastecimiento en vuelo, lo que permite operaciones lejos de las bases de retaguardia.
Su sistema de aviónica incluye el radar pasivo de matriz en fase B-004, capaz de rastrear simultáneamente objetivos aéreos y cartografiar el terreno, con el apoyo del sistema de objetivos electroópticos Platan y un sistema de navegación integrado con GLONASS. Para su autoprotección, incorpora receptores de alerta de radar y módulos de contramedidas electrónicas Sorbtsiya-S montados en las puntas de las alas, diseñados para interrumpir los sistemas modernos de misiles tierra-aire.
El avión cuenta con doce puntos de anclaje, lo que le permite portar una amplia gama de armas. Está equipado con un cañón GSh-30-1 de 30 mm y puede montar misiles aire-aire como el R-73, el R-27 y el RVV-AE para defensa propia, así como misiles aire-tierra como el Kh-29, el Kh-31 y el Kh-59, así como bombas guiadas como la KAB-500 y la KAB-1500. Para misiones antibuque, el Su-34 puede equiparse con el misil supersónico 3M-80EA, diseñado para amenazar a grandes buques de superficie.
Esta flexibilidad permite al avión emplearse en misiones de ataque profundo, supresión de defensas aéreas enemigas, bombardeo táctico y operaciones de reconocimiento.
Operativamente, el Su-34 se emplea ampliamente en Ucrania. Desde febrero de 2022, se ha desplegado en múltiples frentes para realizar misiones de bombardeo de largo alcance, a menudo utilizando municiones guiadas de precisión contra infraestructuras críticas y posiciones militares ucranianas. Se han perdido varias aeronaves en combate, pero Moscú compensa estas pérdidas con nuevas entregas de las líneas de producción, lo que explica el ritmo acelerado observado en los últimos dos años.
Las autoridades rusas siguen enfatizando la fiabilidad de la plataforma a pesar de los desafíos que plantea la densa red de defensa aérea de Ucrania.
Para el Kremlin, el Su-34 sigue siendo un componente clave de la campaña aérea, sirviendo tanto como activo operativo como señal estratégica. Cada nuevo avión entregado representa no solo un recurso adicional para el Ejército Popular de Liberación (VKS), sino también un mensaje a los adversarios y a la comunidad internacional de que la flota de bombarderos tácticos rusos se mantiene intacta y se renueva constantemente.
Al mismo tiempo, sigue siendo una incógnita si este ritmo de producción podrá seguir el ritmo del desgaste en el campo de batalla y sostener la demanda operativa a largo plazo. Por ahora, sin embargo, el Su-34 representa tanto un logro técnico como un símbolo de la determinación de Moscú de mantener la aviación de ataque como eje central de su estrategia militar.
Rusia mantiene su capacidad industrial con la entrega de nuevos cazabombarderos Su-34M. – Galaxia Militar
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