En septiembre la OTAN anunció que iba a enviar a Turquía una flota de 16 aviones AWACS —sistema de radar aerotransportado diseñado para detectar aeronaves— para proporcionar apoyo a las tropas de la Alianza que luchan contra los extremistas de Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—.
Un mes más tarde, la OTAN confirmó el despliegue y el comienzo de la vigilancia del espacio aéreo sirio a partir del 20 de octubre. Además, según las afirmaciones de la Alianza, sus aviones solo operarían directamente sobre el espacio aéreo internacional y el de Turquía sin cruzar las fronteras de Siria y solo la presencia en la zona les daría una capacidad teórica de monitoreo de los aviones sobre Siria.
Los E-3 (Boeing E-3 Sentry) fueron desplegados en la base aérea en la provincia turca de Konya a petición de Ankara tras una decisión formal durante la Cumbre de la OTAN en Varsovia en julio de 2016.
Un mes más tarde, la OTAN confirmó el despliegue y el comienzo de la vigilancia del espacio aéreo sirio a partir del 20 de octubre. Además, según las afirmaciones de la Alianza, sus aviones solo operarían directamente sobre el espacio aéreo internacional y el de Turquía sin cruzar las fronteras de Siria y solo la presencia en la zona les daría una capacidad teórica de monitoreo de los aviones sobre Siria.
Los E-3 (Boeing E-3 Sentry) fueron desplegados en la base aérea en la provincia turca de Konya a petición de Ankara tras una decisión formal durante la Cumbre de la OTAN en Varsovia en julio de 2016.
No obstante, Rusia no se dejó llevar por las falsas declaraciones de la OTAN de que los aviones se necesitaban solo para luchar contra los terroristas. Según expertos, Daesh no dispone de aviación, por lo que el despliegue de los aviones AWACS en la zona está obviamente dirigido contra la Fuerza Aérea siria y los aviones rusos que operan en el país.
Asimismo, el comandante de la Real Fuerza Aérea Británica, Paddy Teakle, admitió abiertamente que las aeronaves se utilizarán para espiar a los aviones rusos y sirios.
"No voy a negar que los AWACS vigilarán a las Fuerzas Aéreas rusas en Siria y las de Bashar Assad desde Turquía. Dado su alcance, los radares son capaces de monitorear los territorios de Siria e Irak", dijo.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso ya ha elaborado una respuesta: instalar equipos de guerra electrónicos sobre la plataforma del ya probado Il-22 —bombardero cuatrimotor de reacción—. Así, un nuevo Il-22PP —avión de guerra electrónica Porúbschik— ya ha entrado en servicio de la Fuerza Aérea de Rusia. La aeronave se considera un buen contrapeso a los aviones AWACS por su capacidad de apagar los dispositivos electrónicos del enemigo y poner fuera de control a su aviación.
Además, el IL-22PP dispone de una red de antenas laterales y transmisores de arrastre capaces de funcionar durante el vuelo a una centena de metros y goza de buenas características para tareas de inteligencia y para operar en grupo.
La aeronave pronto se complementará con el Tu-214R, nuevo avión ruso de reconocimiento radiotécnico, dotado de sistemas de vigilancia de gran precisión y equipados con sistemas ópticas, electrónicos y de radares avanzados. Asimismo, el Tu-214R fue probado en agosto de 2016 en Siria.
Entre las capacidades bélicas del avión se destaca SIGNIT —obtención de información mediante la intercepción de señales— que incluye tanto COMINT (inteligencia de comunicaciones) como ELINT (inteligencia electrónica). Así, las antenas del Tu-214R son capaces de interceptar señales emitidas por cualquier tipo de emisores —desde los aviones y vehículos de combate hasta los teléfonos móviles—.
En otras palabras, justo cuando la OTAN decidió desplegar más de una docena de los aviones AWACS en Turquía con el fin de vigilar a Siria, Moscú lanzó varias aeronaves nuevas que le permiten obstaculizar fácilmente las operaciones de inteligencia de la Alianza.
Entre las capacidades bélicas del avión se destaca SIGNIT —obtención de información mediante la intercepción de señales— que incluye tanto COMINT (inteligencia de comunicaciones) como ELINT (inteligencia electrónica). Así, las antenas del Tu-214R son capaces de interceptar señales emitidas por cualquier tipo de emisores —desde los aviones y vehículos de combate hasta los teléfonos móviles—.
En otras palabras, justo cuando la OTAN decidió desplegar más de una docena de los aviones AWACS en Turquía con el fin de vigilar a Siria, Moscú lanzó varias aeronaves nuevas que le permiten obstaculizar fácilmente las operaciones de inteligencia de la Alianza.
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