Desde el comienzo de la crisis siria en 2011, la aviación militar de Israel ha perpetrado constantes ataques aéreos contra objetivos del Ejército del presidente sirio, Bashar al-Asad, en todo el país árabe.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, justifica estas violaciones del espacio aéreo sirio aduciendo que sus aviones de guerra tienen como blanco supuestos “suministros de armas” al Hezbolá a través del territorio sirio.
Sin embargo, según indica el medio árabe Al-Manar, un artículo del periódico israelí Maariv rechazó esta versión, en un informe publicado el domingo 7 de mayo, argumentando que tales incursiones aéreas no han provocado daño alguno en el arsenal del grupo libanés que, de hecho, desempeña un rol fundamental en la campaña militar antiterrorista del Ejército sirio.
El medio se refirió en concreto al reciente bombardeo de los aviones israelíes contra el aeropuerto internacional de Damasco, capital siria, y comentó al respecto que este solo benefició a los Estados Unidos.
Para Maariv, las ofensivas de las fuerzas de guerra israelíes se coordinan con Washington, cuyo objetivo ulterior es acabar con la influencia de Rusia en Siria y para ello se vale de los susodichos ataques israelíes.
Según apostilla el medio israelí, el ejército de Israel se ha convertido en “un grupo de mercenarios comandados por la Administración del presidente estadounidense”, Donald Trump.
Por último, el medio recalcó que las incursiones no pueden, de hecho, alterar el equilibrio en el conflicto sirio, pero podrían arrastrar a Tel Aviv a una “guerra” que ponga en peligro su seguridad.
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