El Pentágono reacciona lanzando a sus mercenarios, es decir, al Estado Islámico, a atacar Manila.
Estados unidos ha lanzado una guerra subsidiaria contra Filipinas por su acercamiento a Rusia y china, y es así como los terroristas del ISIS se han hecho con el control de algunas pequeñas áreas del país asiático. Esta guerra decretada contra filipinas en realidad es la continuación de la guerra lanzada contra el eje Rusia-China-Irán a través del terrorismo internacional, pagado y entrenado por occidente, que asola Siria e Iraq.
Rusia reacciona sobre una alianza secreta con China y Filipinas
Desde el Kremlin dicen que Rusia, China y Filipinas no formarán una alianza secreta como sostienen los occidentales, ya que no es propio de la política rusa.
“Rusia no construye alianzas secretas, sino que desarrolla consistentemente relaciones con otros Estados sobre una base del respeto mutuo y beneficioso para ambas partes”, así contestó el miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas reunidos en la sede presidencial rusa a una pregunta formulada sobre una posible unión secreta que podría haber surgido tras el encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y su par filipino, Rodrigo Duterte.
En este sentido, el vocero señaló que en dicha reunión entre ambos mandatarios, solo se buscaba desarrollar las relaciones bilaterales entre Rusia y Filipinas.
Duterte quien llegó el lunes de visita oficial a Moscú (capital rusa), durante el mencionado encuentro ofreció la amistad del pueblo filipino a Putin. Además de enfatizarle que su país necesita adquirir armamentos modernos de bandera rusa, subrayando que Manila está luchando contra miembros de Abu Sayyaf, una banda takfirí, filial del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), en Filipinas.
Una vez hecha tal solicitud de la compra armamentística por parte del mandatario filipino, el canciller ruso, Serguéi Lavrov ha informado este jueves que Moscú y Manila están preparando un memorándum para su posterior firma en lo que concierne a la cooperación militar, entre otras cosas.
Rusia no construye alianzas secretas, sino que desarrolla consistentemente relaciones con otros Estados sobre una base del respeto mutuo y beneficioso para ambas partes”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Desde el Kremlin dicen que Rusia, China y Filipinas no formarán una alianza secreta como sostienen los occidentales, ya que no es propio de la política rusa.
“Rusia no construye alianzas secretas, sino que desarrolla consistentemente relaciones con otros Estados sobre una base del respeto mutuo y beneficioso para ambas partes”, así contestó el miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas reunidos en la sede presidencial rusa a una pregunta formulada sobre una posible unión secreta que podría haber surgido tras el encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y su par filipino, Rodrigo Duterte.
En este sentido, el vocero señaló que en dicha reunión entre ambos mandatarios, solo se buscaba desarrollar las relaciones bilaterales entre Rusia y Filipinas.
Duterte quien llegó el lunes de visita oficial a Moscú (capital rusa), durante el mencionado encuentro ofreció la amistad del pueblo filipino a Putin. Además de enfatizarle que su país necesita adquirir armamentos modernos de bandera rusa, subrayando que Manila está luchando contra miembros de Abu Sayyaf, una banda takfirí, filial del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), en Filipinas.
Una vez hecha tal solicitud de la compra armamentística por parte del mandatario filipino, el canciller ruso, Serguéi Lavrov ha informado este jueves que Moscú y Manila están preparando un memorándum para su posterior firma en lo que concierne a la cooperación militar, entre otras cosas.
Rusia no construye alianzas secretas, sino que desarrolla consistentemente relaciones con otros Estados sobre una base del respeto mutuo y beneficioso para ambas partes”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Este anuncio se produce tras el encuentro mantenido entre el titular de Exteriores ruso y su par filipino, Alan Peter Cayetano, y de ello además de la cooperación militar mencionada también se desprende otras cooperaciones en los campos de la energía nuclear, el comercio, la inversión, la industria y el transporte, según el propio Lavrov.
Con estas intenciones de Manila de crear lazos bilaterales con Moscú, los medios occidentales sugieren que Duterte está preparando un cambio drástico en lo que se refiere a su política exterior, en la que se incluye, un distanciamiento de uno de sus principales aliados, es decir, Estados Unidos.
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