Los portaviones de EE.UU. son tan obsoletos que caerían en los primeros días de combate ante naves similares del enemigo, según un experto en armas.
Así se desprende de las declaraciones de Jerry Hendrix, director del Programa de Estrategias y Evaluaciones de Defensa del Centro para una Nueva Seguridad Americana, durante una entrevista con el portal estadounidense The National Interest, cuyo contenido se ha publicado este domingo.
La Marina estadounidense, según Hendrix, está convencida de que sus portaviones no jugarán ningún papel primordial incluso en los primeros días de un enfrentamiento bélico, entonces, el estratega militar ve injustificable el gasto de 13.000 millones de dólares en la fabricación de portaviones clase Ford, que están destinados a reemplazar a algunas de las actuales naves de clase Nimitz de la Armada estadounidense.
“Si estos portaviones no son capaces de cumplir con su misión letal de ataque contra el enemigo ¿por qué estamos pagando 13.000 millones de dólares por ellos?”, se pregunta el capitán retirado de la Armada norteamericana.
Por tanto, dice que lo más lógico sería olvidarse de la construcción de los portaaviones clase Ford y recomienda volver a centrarse en mejorar la capacidades de los de clase Nimitz por ser mucho menos costosos.
En este punto, explicó que el USS George H.W. Bush, el último y más caro portaaviones construido de la clase Nimitz, ha costado la mitad que el futuro USS Gerald R. Ford.
Si estos portaviones no son capaces de cumplir con su misión letal de ataque contra el enemigo ¿por qué estamos pagando 13.000 millones de dólares por ellos?”, se pregunta Jerry Hendrix, director del Programa de Estrategias y Evaluaciones de Defensa del Centro para una Nueva Seguridad Americana.
En otra parte de su entrevista, Hendrix señala que los aviones de combate Lockheed Martin F-35 Lightning II tampoco serían muy útiles en caso de que se produjera una contienda marina, pues su radio de alcance es reducido y no cuenta con suficiente autonomía de vuelo, por lo que se verían obligados a volver rápidamente a sus bases.
“La Armada debe desarrollar un nuevo avión de combate de largo alcance y no tripulado que pueda contrarrestar las amenazas emergentes, de lo contrario, ¿qué sentido tiene gastar el presupuesto en algo nada efectivo?”, cuestiona el experto en Defensa.
Algunos analistas aseguran que la Armada estadounidense por temor a que el F-35 no de la talla en una contienda marina, no solo está pensando en desarrollar un avión de ataque no tripulado, sino también baraja la posibilidad de poner al servicio de la Marina las aeronaves F/A-18, más conocidas como Super Hornet.
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