El silencioso despliegue de unas 1000 efectivos de fuerzas especiales del sur de Rusia señala que Moscú está decidido a aumentar su presencia terrestre en Siria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, está haciendo todo lo posible para que la campaña militar en Siria, iniciada en septiembre de 2015 para apoyar al Gobierno sirio, continúe siendo un “éxito”, indica un informe publicado el jueves por la revista especializada estadounidense Foreign Policy.
Este medio indica que aunque Rusia había anunciado planes para reducir su presencia en el país árabe y a pesar de que en enero algunas fuerzas rusas sí empezaron a abandonarlo, en realidad, Moscú está expandiendo su papel allí, por ejemplo con la anunciada expansión y modernización de sus bases militares.
De especial valía para Moscú por su habilidad en el campo de batalla son los comandos chechenos e ingusetios procedentes de la región del Cáucaso Norte salidos de las formaciones de élite Spetsnaz de las Fuerzas Armadas chechenas.
Mientras que hasta hace poco las fuerzas rusas regulares en Siria se limitaban en gran medida a apoyar las operaciones con aviones militares contra posiciones terroristas todo el país, el continuo despliegue de brigadas chechenas e ingusetias marca un cambio en la estrategia del Kremlin, que tiene ahora en Siria su propio personal de élite terrestre.
Aunque no se sabe el número y ni el uso exacto de estas fuerzas, los primeros informes basados en fuentes de dominio público sitúan el número de chechenos desplegados en diciembre en torno a 500, mientras que algunas estimaciones apuntan a un total de 300 ó 400. El número de ingusetios, según se informa, es ligeramente menor; apenas unos 300.
El despliegue de las brigadas caucásicas representa una nueva fase de la intervención de Rusia en Siria: la revista estadounidense indica que los propios funcionarios sirios han comenzado a trabajar estrechamente con las autoridades del Cáucaso del Norte.
Además, las fuerzas especiales del Cáucaso del Norte han asumido tareas cada vez más importantes en Siria, desde la protección de unidades kurdas sirias contra las incursiones turcas en Manbiy hasta las exitosas evacuaciones de los 'rebeldes' negociadas en las afueras de Damasco.
La primera etapa del despliegue de estas fuerzas en Siria terminó el 27 de marzo, cuando la unidad regresó a casa después de su primera misión. Menos de un mes después del regreso del primer batallón, el presidente de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadyrov, anunció el 19 de abril que acababa de desplegarse en Siria una nueva unidad de chechenos.
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