De esta manera México inicia una nueva etapa en su vida política, y quien sabe, quizá también inicia un cambio histórico en su economía.
Tal vez ahora es el tiempo de México, el tiempo de que este país despegue y alcance los niveles de desarrollo social y económico para los que fue destinado; Niveles que le corresponden dada su rica cultura y su rica diversidad de pensamiento.
Este país tiene todo para convertirse en una potencia de carácter mundial, y no solo en el sector cultural, sino también en el aspecto económico, pues dispone de una capacidad laboral destacada y cualificada, así como de ricos recursos naturales, empezando por el petróleo; petróleo que ha comenzado a cambiar a manos extranjeras, pero con el arribo de Obrador a la presidencia de la república esa tendencia con toda probabilidad comenzará a revertirse, regresando a los mexicanos lo que es de los mexicanos, pero haciendo eficiente la administración pública para que la riqueza del país sea efectivamente repartida entre todos los mexicanos y no solo entre los políticos corruptos y empresarios deshonestos.
A primeras horas del día de mañana se harán publicas las encuestas a pie de urna oficiales, confirmando el triunfo aplastante del tabasqueño, triunfo que ya ha sido reconocido por las principales fuerzas políticas del país; lo demás es solo un mero trámite administrativo.
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