Unos 320 fabricantes, minoristas, otras empresas y grupos estadounidenses comparecerán esta semana en las audiencias públicas que se celebrarán en la sede de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU ante un panel de funcionarios de la Oficina del Representante de Comercio de EEUU.
Previamente, más de 600 empresas habían enviado al presidente estadounidense una carta en la que pedían a Donald Trump que encontrara una solución a la disputa comercial con China.
Mientras algunas empresas, incluida Rheem Manufacturing, apoyan las tarifas arancelarias del presidente estadounidense, la mayor parte considera que Trump no debería imponer aranceles a sus productos.
Durante mucho tiempo, la compañía New Balance Athletics, especializada en la fabricación de zapatos deportivos, se ha manifestado a favor de los aranceles. Ahora, esta empresa es una de las que critican a la política del presidente estadounidense, aplicada respecto a China, informa el periódico chino South China Morning Post.
Una fuente de la empresa con sede en Boston comunicó que una cadena global de suministros relacionada con China abastecía sus fábricas estadounidenses. Por ello los posibles aranceles a suelas y otros componentes podrían dañar su negocio.
Los productores de calzado no son únicos que se quejan de la política de Trump. Los agricultores estadounidenses, en particular, los fabricantes de vino, también se encuentran entre los afectados ya que se ven obligados a buscar fuentes alternativas para los suministros de vidrio.
Según la agencia china Xinhua, las regulaciones medioambientales y el costo de producción de vidrio en California los han empujado a trasladar su producción en China durante los últimos 20 años.
"El precio del vidrio de China se disparó debido a las tarifas arancelarias. Nuestro equipo de producción ahora mismo está comprando el vidrio a otros países", declaró el vicepresidente de Wente Family Estates, Michael Parr.
Previamente, la Administración Trump en respuesta a cualquier queja de las empresas estadounidenses les recomendaba trasladar su producción a EEUU. Sin embargo, este traslado es un proceso bastante caro y es imposible de efectuar tan rápido. El distribuidor de bienes para 'bowling' Strikeforce Bowling lo sabe por su propia experiencia.
De acuerdo con el periódico The Wall Street Journal, Strikeforce Bowling trató de encontrar a fabricantes alternativos de calzado para Bowling en la República Dominicana, Camboya y Bangladés. Sin embargo, nadie quiso firmar un contrato para las pequeñas cantidades solicitadas por la empresa. Como resultado, Strikeforce Bowling sigue llevando a cabo sus negocios con China.
El profesor Lu Jian de la Universidad de Finanzas y Economía del Sudoeste de China sostiene que si el presidente estadounidense hubiera abordado el problema desde el punto de vista económico, el conflicto entre China y EEUU no habría llegado hasta el punto en el que se encuentra ahora.
"Supongo que Trump seguirá ignorando la opinión de emprendedores hasta el momento en el que surja la presión política y el mandatario estadounidense se vea obligado a cambiar algo", aseguró.
Lu Jian asegura que ahora, para Trump, es importante consolidar su apoyo entre el electorado y su electorado está compuesto "por gente con ingresos medianos y bajos" que quiere trabajar en EEUU.
"Estas personas no piensan en las futuras consecuencias del crecimiento del costo de vida. Para ellos es importante tener empleos aquí y ahora", concluyó.
Mientras algunas empresas, incluida Rheem Manufacturing, apoyan las tarifas arancelarias del presidente estadounidense, la mayor parte considera que Trump no debería imponer aranceles a sus productos.
Durante mucho tiempo, la compañía New Balance Athletics, especializada en la fabricación de zapatos deportivos, se ha manifestado a favor de los aranceles. Ahora, esta empresa es una de las que critican a la política del presidente estadounidense, aplicada respecto a China, informa el periódico chino South China Morning Post.
Una fuente de la empresa con sede en Boston comunicó que una cadena global de suministros relacionada con China abastecía sus fábricas estadounidenses. Por ello los posibles aranceles a suelas y otros componentes podrían dañar su negocio.
Los productores de calzado no son únicos que se quejan de la política de Trump. Los agricultores estadounidenses, en particular, los fabricantes de vino, también se encuentran entre los afectados ya que se ven obligados a buscar fuentes alternativas para los suministros de vidrio.
Según la agencia china Xinhua, las regulaciones medioambientales y el costo de producción de vidrio en California los han empujado a trasladar su producción en China durante los últimos 20 años.
"El precio del vidrio de China se disparó debido a las tarifas arancelarias. Nuestro equipo de producción ahora mismo está comprando el vidrio a otros países", declaró el vicepresidente de Wente Family Estates, Michael Parr.
Previamente, la Administración Trump en respuesta a cualquier queja de las empresas estadounidenses les recomendaba trasladar su producción a EEUU. Sin embargo, este traslado es un proceso bastante caro y es imposible de efectuar tan rápido. El distribuidor de bienes para 'bowling' Strikeforce Bowling lo sabe por su propia experiencia.
De acuerdo con el periódico The Wall Street Journal, Strikeforce Bowling trató de encontrar a fabricantes alternativos de calzado para Bowling en la República Dominicana, Camboya y Bangladés. Sin embargo, nadie quiso firmar un contrato para las pequeñas cantidades solicitadas por la empresa. Como resultado, Strikeforce Bowling sigue llevando a cabo sus negocios con China.
El profesor Lu Jian de la Universidad de Finanzas y Economía del Sudoeste de China sostiene que si el presidente estadounidense hubiera abordado el problema desde el punto de vista económico, el conflicto entre China y EEUU no habría llegado hasta el punto en el que se encuentra ahora.
"Supongo que Trump seguirá ignorando la opinión de emprendedores hasta el momento en el que surja la presión política y el mandatario estadounidense se vea obligado a cambiar algo", aseguró.
Lu Jian asegura que ahora, para Trump, es importante consolidar su apoyo entre el electorado y su electorado está compuesto "por gente con ingresos medianos y bajos" que quiere trabajar en EEUU.
"Estas personas no piensan en las futuras consecuencias del crecimiento del costo de vida. Para ellos es importante tener empleos aquí y ahora", concluyó.
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