El diario estadounidense The New York Times, citando a varios altos cargos de la Administración Trump, informa que el mandatario aprobó el jueves bombardear algunos objetivos en Irán en represalia por el derribo de un dron espía estadounidense en el sur del país persa, pero luego decidió dar marcha atras.
Hasta las siete de la tarde (hora local de Washington), los oficiales militares y diplomáticos esperaban un ataque, luego de intensas discusiones y debates en la Casa Blanca entre los principales funcionarios de seguridad nacional y líderes del Congreso, explicó el rotativo.
La operación estaba en marcha en sus primeras etapas cuando fue cancelada, señaló una de las fuentes, y el medio indicó que los aviones ya estaban en el aire y los barcos en posición, pero no se llegó a disparar ningún misil ya que se corrió la voz de detener la acción.
De hecho, los asesores de Seguridad Nacional de Trump estaban divididos sobre si responder militarmente o no al derribo de su avión no tripulado. Los altos funcionarios señalaron que el secretario de Estado, Mike Pompeo; el asesor presidencial de Seguridad Nacional, John Bolton; y la directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), Gina Haspel, eran quienes apostaban por una respuesta militar.
Sin embargo, los altos funcionarios del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) advirtieron que tal acción podría acabar en una escalada de tensiones con riesgos para las fuerzas estadounidenses en la región.
A primeras horas de la madrugada del jueves (hora local), la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán abatió un dron espía de EE.UU., modelo Global Hawk, que sobrevolaba la provincia meridional de Hormozgan.
El embajador de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi, aseguró que se hicieron llegar varias advertencias al dron norteamericano pero que la parte estadounidense las ignoró, por lo que las fuerzas iraníes lanzaron un misil y lo derribaron.
La invasión del cielo persa por el dron estadounidense tuvo lugar en momentos de alta tensión en el Golfo Pérsico. Desde su salida unilateral del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 —entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—, Washington ha venido aumentando la presión sobre Irán, imponiéndole diversos embargos, al mismo tiempo que incrementa su presencia militar en Oriente Medio.
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