Según el artículo, titulado La batalla presupuestaria de 86.000 millones de euros de la Unión Europea pone en duda la financiación de Ucrania, los malos resultados en el campo de batalla de parte del Ejército ucraniano y la necesidad de los gobiernos de recortar fondos destinados a Bruselas están en el centro de la pérdida de apoyo del proyecto de envío de dinero ilimitado al régimen de Kiev.
Las solicitudes de Bruselas de un total de 86.000 millones de euros en financiación adicional, destinadas a aliviar las tensiones sobre el presupuesto de la Unión Europea y al mismo tiempo asegurar cuatro años de apoyo a Ucrania, han dividido a los Estados miembros y han llevado a pedidos de reducciones y un calendario de aprobación más largo, según dijeron personas involucradas en conversaciones presupuestarias que hablaron de manera anónima con el Financial Times.
Este debate, indica el diario, será una prueba clave de la determinación occidental respecto al respaldo a Ucrania, en un momento en el que tanto en Europa como en Estados Unidos "comienzan a señalar los limitados avances logrados por la contraofensiva de verano de Kiev contra Rusia", y los países empiezan a sentir el alto costo financiero y político de apoyar a su aliado.
Las dudas de la Unión Europea sobre la viabilidad de la escalada bélica "amenazan el flujo de apoyo financiero a Kiev", observa el diario británico.
Bruselas propuso que el último paquete de financiación para Ucrania se extendiera a lo largo de cuatro años, en parte para proteger a Kiev de la volatilidad política, explica el FT. Los ministros de la Unión Europea reiniciarán las consultas el martes 29 de agosto tras el receso por el verano, y el apoyo a Ucrania encabezará la agenda de las reuniones de los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores del bloque europeo.
Muchos Estados miembros han declarado que, si bien la ayuda financiera adicional a Ucrania "es razonable", los demás elementos del paquete son el resultado de un problema interno de gestión presupuestaria de la Unión Europea que no merece fondos adicionales.
Algunos países, entre ellos Alemania y los Países Bajos, se han resistido, argumentando que el ajuste presupuestario nacional debido al aumento de los tipos de interés y las demandas salariales también debería reflejarse en Bruselas.
"El momento no es el oportuno" para un nuevo paquete, dijo al FT un alto diplomático del bloque multinacional. "Los gobiernos están teniendo que tomar decisiones difíciles por sí mismos y ahora Bruselas les pide que contribuyan más".
En junio, la Comisión presentó un complemento de 66.000 millones de euros para el presupuesto del 2021 al 2027, financiado por los Estados miembros. Bruselas ha propuesto por separado 20.000 millones de euros para el suministro de armas a Ucrania.
"Los 66.000 millones de euros incluyen casi 19.000 millones de euros para cubrir los inesperadamente elevados costos de los intereses del endeudamiento conjunto de la Unión Europea, unos 2.000 millones de euros para aumentos de los costos administrativos, incluidos los incrementos salariales de los funcionarios, 15.000 millones de euros para gastos relacionados con el aumento de la migración y la financiación de los países exteriores, y 10.000 millones de euros para iniciativas que incluyen un nuevo fondo de innovación", apunta el medio.
La nota señala que las dificultades que la financiación a Ucrania está encontrando en la Unión Europea son similares a las que enfrenta el presidente Joe Biden en Washington, debido a las crecientes preocupaciones no solo por la ampliación del gasto gubernamental destinado a Kiev, sino del mayor involucramiento de EEUU en un conflicto "sin salida" para la parte ucraniana, como lo definió recientemente el precandidato republicano Vivek Ramaswamy.
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