De acuerdo con el miembro de la brigada china, mayor Tong Liguang, la dificultad de las condiciones de los entrenamientos fue dictada por la rapidez de los cambios meteorológicos en la isla no nombrada elegida para la operación, así como por la presencia de numerosas aves y la falta de puntos de referencia cuando se vuela sobre el mar.
De acuerdo con la experiencia del militar chino, en comparación con los aeródromos terrestres, las operaciones desde bases insulares exigen a los pilotos una mayor capacidad táctica y el máximo autocontrol, ya que el éxito de la misión depende de sus conocimientos y de las habilidades de utilizar correctamente el equipo de a bordo para determinar su posición y ubicación.
"Durante el ejercicio, cuatro cazas despegaron uno a uno del aeródromo y formaron dos grupos de dos antes de desplazarse sigilosamente hacia una región designada rozando el mar. Al aproximarse a los objetivos marítimos, se detuvieron inmediatamente para ganar altura y llevaron a cabo simulacros de ataque", profundiza el artículo del medio chino Global Times.
No obstante, estas maniobras también llamaron la atención por algunos cazas que participaron en las maniobras, ya que representan nuevas modificaciones de los Su-27 rusos. Así, la imagen muestra dos modelos de aviones chinos J-11B de diferentes tipos: uno en la configuración antigua con morro negro y otro actualizado con el carenado del radar en color gris.
Cabe destacar que el avión J-11 chino que fue ensamblado originalmente a partir de componentes rusos para el Su-27, después de lo cual apareció la primera propia modernización doméstica de esta aeronave, designada J-11B.
Según un experto anónimo del medio chino, se cree que el J-11B con el morro gris está actualizado con un radar de barrido electrónico activo, también conocido como Active Electronically Scanned Array (AESA). Esta modernización le proporciona mayores capacidades de detección de objetivos y permite al caza emplear los misiles de corto alcance PL-10 y el potentísimo misil de largo alcance PL-15.
Otro indicio de que podría estar dotado con el radar AESA es el hecho de que China tenía planes de crear la variante que se designaría como J-11BG, y una de sus características era precisamente esta clase de radares.
Por lo tanto, estas actualizaciones, en opinión del experto, aproximan al J-11B de cuarta generación a la generación más avanzada 4,5, o 4 más.
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