Aparte del hecho de que Rusia haya sido capaz de llevar a cabo una misión tan difícil en términos financieros y tecnológicos a pesar de las duras sanciones, el Arctic LNG 2, un proyecto de gas natural licuado (GNL) de la empresa rusa Novatek, es vital para el país euroasiático por una serie de razones más amplias, opina Simon Watkins, experto desde el portal Oilprice.com.
En primer lugar, es la magnitud de las reservas rusas de gas y petróleo, gran parte de ellas en el sector ártico del país, que comprende más de 35,7 billones de metros cúbicos (bcm) de gas natural y más de 2.300 millones de toneladas métricas de petróleo, destacó el analista.
El portal alega las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, quien había declarado que "en los próximos diez años se producirá una espectacular expansión de la extracción de estos recursos árticos" y, como resultado, se construiría la Ruta Marítima Septentrional (RMS) como principal vía de transporte para monetizar estos recursos en los mercados mundiales del petróleo y el gas.
Puesto que "el mercado clave" al que se dirigirá gran parte de la producción de gas y petróleo del Ártico sería China, el segundo motivo por la que la región es tan importante para el Kremlin, explicó Watkins.
La tercera razón, en opinión del experto, es que el gas natural licuado es la forma de gas "más cómoda" del mundo. A diferencia del suministro de gas a través de gasoductos, el licuado no requiere años de instalación de gasoductos y de construcción de la infraestructura de apoyo correspondiente, ni tampoco largas negociaciones sobre contratos complejos. En vez de eso, "puede adquirirse rápidamente en el mercado al contado y transportarse a donde se necesite", aseveró.
Además, profundizó el autor, el aumento de las capacidades de suministro de gas natural licuado propias de Rusia "nunca ha sido tan importante como ahora desde el punto de vista geopolítico, en un momento en que el mundo necesita cada vez más el suministro de este tipo de gas, dado el repunte de su demanda en Europa tras el estancamiento de los flujos procedentes de los gasoductos rusos".
Una última razón clave en juego en el impulso del gas y el petróleo del Ártico por parte de Rusia, de acuerdo con Watkins, es "su capacidad para subvertir la hegemonía basada en el dólar estadounidense en el mercado energético".
En vista de esas circunstancias, la puesta en marcha de la primera línea de Arctic 2 LNG "está en consonancia" con los planes de Novatek de aumentar su capacidad de exportación de gas natural licuado hasta 70 millones de toneladas métricas(tm)/año para 2030, incluidos los 19,8 millones de tm/año de Arctic LNG 2, indicó el analista.
A su vez, "esto encaja" con los planes de Rusia de una producción de gas licuado de 80-140 millones de tm/año para 2035, que sería superior a la de las potencias del gas natural licuado, Catar y Australia, resumió Watkins.
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