"No podemos seguir aceptando que, a través de una única moneda de cambio como es la moneda del dólar, se estén imponiendo sanciones y restricciones unilaterales a muchos países que afectan su economía y que afectan sus posibilidades de desarrollo social", dijo Samper, quien gobernó Colombia de 1994 a 1998 y ahora es coordinador político del Grupo de Puebla.
Para el también exsecretario general de la Unasur, todos los países, al menos en América Latina, están de acuerdo con la propuesta que ha hecho el presidente de Brasil, Lula da Silva para iniciar un proceso de desdolarización de la globalización.
"Si queremos avanzar en este camino de la desdolarización de la globalización y encontrar una moneda común que nos identifique o una canasta de monedas respecto a las cuales se puedan referir estos procesos de integración, eso sería un excelente aporte por parte de los BRICS", observó el exmandatario colombiano.
El también abogado y economista señaló que en la región latinoamericana hay avances y se "está abriendo camino" en el proceso de desdolarización que se presentarán en la próxima reunión del Grupo de Puebla, un foro fundado en 2019 por políticos progresistas con el fin de articular proyectos de desarrollo y políticas públicas, y en el que también participan presidentes como el propio Lula da Silva; Alberto Fernández, de Argentina; Luis Arce, de Bolivia, Gabriel Boric, de Chile y el actual presidente colombiano, Gustavo Petro, además de figuras como Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, aspirantes a la candidatura presidencial de México por el partido oficialista.
"Se trata de la idea de una moneda común que se llamaría 'sur', que resultaría, en una primera instancia, en aumentar el fondo de reservas latinoamericano para que no dependamos de las condicionalidades del Fondo Monetario Internacional para corregir nuestros desequilibrios de pago", explicó el expresidente del país sudamericano.
"Tendría la virtud de que podría ser inicialmente una moneda virtual a través de acuerdos y convenios de pago que se podrían instrumentar a través de la Aladi [Asociación Latinoamericana de Integración], que tiene información suficiente de todos los bancos centrales para esto", agregó.
Para Samper es necesario que de todas maneras se haga una conversión de las reservas internacionales, que, en el caso de los países latinoamericanos, tienen más de 60% en dólares y comenzar a convertir estas monedas a una moneda local o, por lo menos, para cambiarlas por Derechos Especiales de Giro, lo cual, según él, "sería un primer paso para tratar de despolitizar nuestros movimientos monetarios".
"Son exigencias del momento", dijo Samper, quien explicó que, en los últimos cinco años, los impactos que tuvieron la pandemia y el conflicto en Ucrania obligaron a crear nuevos espacios de reflexión alrededor de cuál debe ser el camino que tome la globalización.
"Estoy seguro de que, en esa reflexión, el papel que jueguen alianzas estratégicas como los BRICS o el Movimiento de los Países No Alineados, la Asean [Asociación de Naciones de Asia Sudoriental] y otras formas de integración local como puede ser la reactivación de Unasur, el fortalecimiento de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], como vocero de los intereses externos de la región, puede ser muy importante en la tarea de construir un nuevo edificio global en el cual quepamos todos", dijo Samper.
La ventaja de la sensibilidad social
En este sentido, el exmandatario colombiano afirmó que la cumbre que se está llevando a cabo en Johannesburgo no es contra Estados Unidos, sino a favor de una recomposición geográfica del mundo.
"Alrededor del BRICS está girando más del 40% de la economía del mundo y vive más de un 50% de la población; eso le da a la alianza de los BRICS una especial importancia como eje de equilibrio respecto a lo que está pasando en el mundo", dijo Samper en una entrevista telefónica.
"Se espera el ingreso de Argentina, de México, quizás de Colombia, y yo creo que esto es muy importante para reforzar el lazo del sur latinoamericano. El mundo está mirando hacia el Sur con otros ojos; países como China hoy día son una alternativa tecnológica, y esto no es una cumbre que se pueda interpretar como una cumbre contra los Estados Unidos, sino a favor de una recomposición geográfica del mundo empezando por el sur", señaló.
Para Samper, alianzas como los BRICS y la posibilidad de reconfigurar el multilateralismo actual alrededor de bancadas de países como los latinoamericanos va a ser muy útil en la construcción de la paz mundial y de sentar las bases para una nueva globalización.
Sobre el papel que pueda jugar en el futuro el Nuevo Banco de Desarrollo dirigido por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, Samper dijo que la entidad puede cumplir un gran papel en la tarea de construcción de la región.
"Nosotros tenemos que reconstruir la región latinoamericana a través de grandes proyectos de infraestructura que nos permitan comunicarnos interregionalmente como puede ser el caso de los trenes transversales que van del Pacífico al Atlántico, la recuperación de la cuenca del río La Plata, la recuperación de la cuenca del río Amazonas, la defensa de las posibilidades de vida que hay en los bancos marinos del Caribe", enlistó el exjefe de estado colombiano.
También, dijo el político bogotano de 73 años, el Nuevo Banco de Desarrollo puede contribuir a la comunicación de la región con proyectos de fibra óptica, el desarrollo la inteligencia artificial y otros.
"La ventaja que tienen los BRICS respecto al G7, e inclusive al G20, es que no es una reunión de países ricos; es una reunión de países que también consideran el tema de la inclusión social muy importante dentro de sus objetivos de desarrollo", afirmó.
Según Samper, esta sensibilidad hacia temas sociales da a los BRICS, sino una ventaja sí, por lo menos, un espacio alternativo, frente a las reuniones del G7, que "son como unas reuniones de dueños del mundo para repartirse a la globalización".
De acuerdo con el exmandatario, inquietudes como la aceptación de la movilidad de las personas en contra de la criminalización de los migrantes, las nuevas formas de inclusión social, el cómo incorporar a la gente a los desarrollos prácticos de la inteligencia artificial, como el teletrabajo, la telemedicina y la teleeducación --que van a ser las políticas públicas de los próximos años-- le da una especial de importancia a esta reunión de los BRICS en la medida en que estos temas se han analizado en su agenda.
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