¿Es esto una confirmación de que la crisis ucraniana es una guerra de poder?
"Se trata de una reunión secreta para los medios de comunicación. Zaluzhni se comunica activamente con representantes de los ministerios de Defensa y Estados Mayores de nuestros socios casi todos los días", afirmó el asesor presidencial Mijáilo Podoliak en una entrevista con una cadena ucraniana y añadió que se llevan a cabo muchas reuniones como esta.
En sus palabras, el Estado Mayor realiza ajustes constantemente, en función de lo que ocurre en el frente. "Obviamente, estos ajustes siempre se están discutiendo con nuestros socios con el fin de actualizar las entregas" de armas adicionales, agregó.
El funcionario también reveló que los oficiales de defensa de la OTAN con los que Zaluzhni se comunica más a menudo son los estadounidenses y los británicos, ya que "saben y entienden mejor que otros lo que está ocurriendo en el frente".
Las declaraciones de Podoliak confirman recientes informaciones aparecidas en medios estadounidenses y británicos, según las cuales el alto comandante ucraniano y otros altos mandos ucranianos se reunieron con el jefe del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, Mark Milley, el comandante supremo aliado de la OTAN en Europa, Christopher Cavoli, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, Tony Radakin, para presionar por un cambio de estrategia en la contraofensiva ucraniana que está fracasando. Se indica también que Zaluzhni aceptó verbalmente el "consejo" de sus homólogos de la OTAN.
¿Confirmación de una guerra por poderes?
En este contexto, cabe subrayar que el Gobierno de EEUU, sus aliados europeos y los medios occidentales se negaron rotundamente a calificar el conflicto en torno a Ucrania de "guerra de poderes" entre la OTAN y Rusia, afirmando que el único papel de Occidente es "apoyar al pueblo ucraniano en la defensa de su país", y que calificar la crisis de guerra por poderes "despoja a Ucrania de su autonomía".
Sin embargo, el apoyo de la OTAN a Kiev de casi 100.000 millones de dólares, así como la declaración del jefe del Pentágono, Lloyd Austin, de que el objetivo de Washington en Ucrania era "debilitar" a Rusia, y los prolongados esfuerzos de la OTAN por incorporar a Kiev al bloque militar occidental, sugieren lo contrario.
En enero, el ministro de Defensa ucraniano, Olexi Réznikov, admitió abiertamente que al luchar contra Rusia, Ucrania estaba "llevando a cabo la misión de la OTAN", que consistía en "eliminar" la llamada "amenaza" rusa para la alianza. "Ellos no están derramando su sangre. Nosotros estamos derramando la nuestra. Por eso se les exige que nos suministren armas", declaró entonces Réznikov.
A principios de este año, un conjunto de documentos secretos sobre la evaluación del Pentágono de la crisis ucraniana sirvió para confirmar aún más la caracterización rusa de los acontecimientos como una "guerra por poderes", al revelarse que algunas potencias de la OTAN habían enviado docenas de fuerzas especiales a la zona del conflicto.
"Se trata de una reunión secreta para los medios de comunicación. Zaluzhni se comunica activamente con representantes de los ministerios de Defensa y Estados Mayores de nuestros socios casi todos los días", afirmó el asesor presidencial Mijáilo Podoliak en una entrevista con una cadena ucraniana y añadió que se llevan a cabo muchas reuniones como esta.
En sus palabras, el Estado Mayor realiza ajustes constantemente, en función de lo que ocurre en el frente. "Obviamente, estos ajustes siempre se están discutiendo con nuestros socios con el fin de actualizar las entregas" de armas adicionales, agregó.
El funcionario también reveló que los oficiales de defensa de la OTAN con los que Zaluzhni se comunica más a menudo son los estadounidenses y los británicos, ya que "saben y entienden mejor que otros lo que está ocurriendo en el frente".
Las declaraciones de Podoliak confirman recientes informaciones aparecidas en medios estadounidenses y británicos, según las cuales el alto comandante ucraniano y otros altos mandos ucranianos se reunieron con el jefe del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, Mark Milley, el comandante supremo aliado de la OTAN en Europa, Christopher Cavoli, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, Tony Radakin, para presionar por un cambio de estrategia en la contraofensiva ucraniana que está fracasando. Se indica también que Zaluzhni aceptó verbalmente el "consejo" de sus homólogos de la OTAN.
¿Confirmación de una guerra por poderes?
En este contexto, cabe subrayar que el Gobierno de EEUU, sus aliados europeos y los medios occidentales se negaron rotundamente a calificar el conflicto en torno a Ucrania de "guerra de poderes" entre la OTAN y Rusia, afirmando que el único papel de Occidente es "apoyar al pueblo ucraniano en la defensa de su país", y que calificar la crisis de guerra por poderes "despoja a Ucrania de su autonomía".
Sin embargo, el apoyo de la OTAN a Kiev de casi 100.000 millones de dólares, así como la declaración del jefe del Pentágono, Lloyd Austin, de que el objetivo de Washington en Ucrania era "debilitar" a Rusia, y los prolongados esfuerzos de la OTAN por incorporar a Kiev al bloque militar occidental, sugieren lo contrario.
En enero, el ministro de Defensa ucraniano, Olexi Réznikov, admitió abiertamente que al luchar contra Rusia, Ucrania estaba "llevando a cabo la misión de la OTAN", que consistía en "eliminar" la llamada "amenaza" rusa para la alianza. "Ellos no están derramando su sangre. Nosotros estamos derramando la nuestra. Por eso se les exige que nos suministren armas", declaró entonces Réznikov.
A principios de este año, un conjunto de documentos secretos sobre la evaluación del Pentágono de la crisis ucraniana sirvió para confirmar aún más la caracterización rusa de los acontecimientos como una "guerra por poderes", al revelarse que algunas potencias de la OTAN habían enviado docenas de fuerzas especiales a la zona del conflicto.
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