En el área de la aldea de Zalivnoye, región de Zaporozhye, aviones de combate de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación de Rusia derribaron un helicóptero Mi-8 de la Fuerza Aérea de Ucrania. Además, dos aviones ucranianos Su-25 fueron derribados por sistemas de defensa aérea en las áreas de los asentamientos de Malaya Tokmachka y Novodanilovka en la región de Zaporozhye. Durante el día, nueve cohetes del sistema de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS fueron interceptados.
Además, 30 vehículos aéreos no tripulados ucranianos fueron destruidos en las zonas de diversos asentamientos en el territorio de las Repúblicas Populares de Luhansk y Donetsk, así como en las regiones de Zaporozhye y Kherson.
Estas acciones demuestran claramente el aumento de la intensidad de las hostilidades en la región, lo que, por supuesto, aumenta el riesgo de una escalada del conflicto. Al mismo tiempo, la efectividad de la defensa aérea llevada a cabo por las Fuerzas Aeroespaciales Rusas arroja dudas sobre la capacidad de la aviación ucraniana para realizar operaciones efectivas.
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