La medida del 11 de agosto forma parte del Programa de Aceleración del Crecimiento (más conocido como PAC) del Gobierno, establecido por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva. El PAC supervisó los programas durante sus dos primeros mandatos, que duraron de 2002 a 2010, y ahora se prevé una iniciativa global para gastar 1,7 billones de reales, con la defensa como eje principal.
"Equipar a las Fuerzas Armadas con tecnología avanzada, mejorar la capacidad de defensa del país y vigilar las fronteras son algunos de los principios rectores del nuevo PAC", afirma la nota del Gobierno.
El Gobierno pretende invertir 27.800 millones de reales hasta 2026 y después de este período otros 25.000 millones, sin un plazo concreto. Para la Fuerza Aérea brasileña, el plan prevé la producción y adquisición de 34 cazas F-39 Gripen, con lo que casi se duplicará la flota del país.
"La renovación de los aviones de combate es uno de los proyectos principales de la Aviación brasileña y se realiza a través de la adquisición de cazas Gripen", destacó el ministro de Defensa, José Múcio Monteiro Filho.
El alto cargo militar agregó que este caza es el más avanzado de América Latina y permitirá a Brasil reforzar significativamente sus capacidades de defensa en los cielos.
José Múcio también destacó otro programa del PAC que implica la adquisición de nueve aviones C-390 Millennium, fabricados por Embraer, así como el desarrollo de una versión de reabastecimiento del modelo.
El titular de Defensa subrayó que se puede utilizar el C-390 Millennium en operaciones nacionales e internacionales de ayuda humanitaria, como apoyo en emergencias y extinción de incendios.
El pasado 5 de agosto, José Múcio firmó un acuerdo para abrir una unidad del Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA). La expansión del ITA al nordeste es esencial para diversificar las actividades del sector aeronáutico nacional, según Carlos Eduardo Valle Rosa, doctor en geografía y coronel de la reserva de la Fuerza Aérea brasileña.
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