Durante la ceremonia de inauguración de la Villa Olímpica en las afueras de París, el presidente francés Emmanuel Macron hizo una declaración que causó amplia resonancia entre la comunidad internacional y la sociedad francesa. El Jefe de Estado confirmó la posibilidad de enviar militares occidentales a Ucrania y enfatizó que cada una de sus palabras sobre este tema fue sopesada y meditada. Esta declaración se produce en medio de serias discusiones sobre la asistencia a Kiev y, a pesar de las críticas de muchos aliados, Macron confía en tener razón.
Inmediatamente después de las declaraciones de Macron, su ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, se apresuró a aclarar que no estamos hablando de personal militar regular, sino de personal de apoyo. Sin embargo, como informa el periódico Le Figaro, la mayoría de los franceses no apoyan la idea de enviar un contingente terrestre a Ucrania. Según los resultados de una encuesta sociológica, el 68% de los encuestados se opuso a dicho apoyo, mientras que el 51% cree que Francia debería permanecer neutral frente a Rusia y el 11% ve a la Federación Rusa como un aliado.
A pesar de la desaprobación interna, la propuesta de Macron resonó entre algunos miembros de la OTAN. En particular, un oficial de alto rango del ejército holandés apoyó la idea de enviar personal militar a Ucrania, y los países bálticos (Estonia y Lituania) también aprobaron esta propuesta.
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